lunes, 7 octubre, 2024

El stand up de Pichetto, la furia de Ferraro y la pelea Menem-Martínez por el reloj: las perlitas de la aprobación general de la Ley Ómnibus

La sesión de este viernes en la Cámara de Diputados, en la que se aprobó en general la Ley Ómnibus que impulsa Javier Milei, dejó varias perlitas: desde el stand up de Miguel Ángel Pichetto que provocó risas y aplausos, pasando por la furia de Maximiliano Ferraro contra el comunicado de la Casa Rosada, hasta el duro cruce entre Martín Menem y Germán Martínez por el uso del tiempo.

Uno de los momentos más destacados del debate se dio cuando Pichetto, presidente del bloque Hacemos Coalición Federal, hizo su cierre. Con chicanas, picardía y una cintura ejercitada durante décadas en el Congreso, el diputado protagonizó un stand up personal, coronado con risas, aplausos y murmullos. Aunque, por el formato, habría que hablar de sit down comedy.

En primer lugar, remarcó que «el DNU y el marco de la emergencia para abordar todos los temas de la Argentina son una característica constante desde 2001, salvo los últimos dos años de Mauricio». «No aplaudan, es un dato de la historia«, señaló para reclamar silencio, otra vez, como el jueves cuando acalló a los libertarios («No aplaudan, pelotudos», los retó ese día).

«Parece que vinieran de Marte, no reconocen ni sus propios actos. Yo estuve ahí, conozco lo que pasó», insistió. Cuando se pasó de tiempo y le tocaron timbre, lanzó: «¿Quién toca la campana, viejo?». En medio de las risas en el recinto, recordó que como presidente de bloque tiene 15 minutos, no cinco.

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El diputado nacional Miguel Ángel Pichetto citó las atribuciones extraordinarias que tuvo Alberto Fernández durante la pandemia.

En tanto, recordó que al gobernador Axel Kicillof, la «chocolatería», en referencia a la Legislatura bonaerense, le votó varias situaciones de emergencia.

Cerca del final, volvió a aleccionar a sus colegas sobre la letra chica del reglamento de la cámara. Fue cuando pidió autorización para leer un texto, un rato después de pedirle al resto de los diputados que no lo hicieran.

«Para ser preciso, hay que pedir para leer. Aprendan el reglamento, hay que pedirle permiso al Presidente [de Diputados] para leer, no pueden venir con un papel y leer. ¡Y a veces leen mal!», dijo, con una sonrisa y algunas carcajadas ajenas. Entonces repasó las facultades delegadas en el gobierno anterior a Alberto Fernández. «Moderado, por cierto, hoy está en España, tranquilo», acotó, con velocidad. Risas y posterior elogio del jefe radical, Rodrigo de Loredo: «Miguel, sos lo máximo que he escuchado en el Parlamento».

En el comienzo de su exposición, ya había hecho gala de su repentización: «Vivimos tiempos líquidos, un twitter y un vaso de agua no se le niegan a nadie«. Intentó así templar los ánimos de Maximiliano Ferraro, que criticó duramente a la Casa Rosada por el comunicado fuerte contra los diputados.

Ferraro, contra la furia tuitera de Milei

Es que, minutos antes, el líder de la Coalición Cívica había manifestado su enojo por el mensaje con el que Milei -primero desde la Oficina les metió presión a los diputados. «Es inadmisible. Le pido (a Menem) que intervenga ante la furia tuitera que tiene el organismo del Estado contra otro poder del Estado como el Poder Legislativo», enfatizó.

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El diputado nacional de Hacemos Coalición Federal, Maximiliano Ferraro, se hizo eco del Comunicado publicado por el presidente Milei en Twitter.

«Mire, señor presidente, este poder legislativo está tratando de encontrar soluciones a artículos que eran imposibles dentro de la propia incompetencia que tuvieron los propios funcionarios del Ejecutivo. Entonces pido que dejen de intervenir en otros poderes del estado desde el Twitter del Presidente para que los diputados podamos votar tranquilamente», completó.

En específico, la Oficina del Presidente había emitido un comunicado en el que señalaba que era «hora de que los representantes del pueblo decidan si están del lado de la libertad de los argentinos o del lado de los privilegios de la casta y la república corporativa», al tiempo que advertía que «la historia los juzgará según su desempeño en favor de los argentinos o en favor de continuar empobreciendo al pueblo».

La pelea por el reloj de la sesión de Diputados por la Ley Ómnibus

Por otro lado, también se vivió un tenso momento cuando Germán Martínez y Martín Menem se cruzaron por el uso del tiempo. Ocurrió cuando sonó la campana cuando hablaba el jefe de bloque de Unión por la Patria. Y Martínez seguía hablando. Entonces, el presidente de la Cámara baja le pidió: “Diputado, le pido que vaya terminando con su alocución”. Pero el opositor no se rendía.

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Un áspero cruce de palabras se dio entre el Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, y Germán Martínez por el tiempo que tenía el el jefe de bloque de Unión por la Patria para hablar.

“No, no, déjeme”, respondió el santafesino. Menem se mostró firme: “No, se va a extender hasta donde yo lo autorice, así que por favor vaya cerrando”. Martínez seguía pidiendo más tiempo. “No me diga lo que tengo que hacer, nadie me dice lo que tengo que hacer”, replicó Menem.

Usted tampoco me lo diga a mí”, contestó el legislador. Por su parte, Menem insistió: “No, yo le digo y le voy a hacer cumplir el reglamento. Si le digo que vaya terminando, va terminando”.

Al final, Martínez siguió hablando más de ocho minutos. Menem volvió a pedirle que termine su discurso. El kirchnerista reclamó un minuto más pero volvió a pasarse algunos segundos. Y cuando iban 22 minutos dijo basta.

El dardo de una libertaria contra Máximo Kirchner, la frase sobre Disney y una cita bestseller

Si de duelos se trata, uno de los más ásperos tuvo lugar temprano en la tarde. Después del discurso de Máximo Kirchner, le tocó debutar a una diputada libertaria. Emilia Orozco aprovechó y, como si no fuera principiante, descargó todo su repertorio anti-K.

«Siento vergüenza ajena, he trabajado duro para llegar a esta banca, no soy hija de nadie, vengo de muy abajo», dijo Orozco, diputada nacional por Salta.

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La diputada libertaria salteña Emilia Orozco criticó a Máximo Kirchner.

Máximo K. se fue del recinto y ella reaccionó rápido. «Volvé por favor. Tiene alergia a trabajar. En nombre de todos los diputados le voy a pedir disculpas a todos los argentinos porque tuvieron que aguantar un discurso paupérrimo del heredero de la máxima corrupción de este país», exclamó la legisladora nacional de La Libertad Avanza.

Otro novato, libertario también, fue Manuel Quintar. El diputado por Jujuy se mostró sorprendido por los discursos de Unión por la Patria. «Con cierta hipocresía, anacrónicos, que sigamos discutiendo si la tierra es plana o redonda. Tengo que manifestar mi sorpresa. Hubo oradores que hablaron como si el gobierno anterior nos hubiera dejado viviendo en Disney», fue su frase contra la oposición.

También fue a la biblioteca para justificar las facultades delegadas. «Los tiempos fáciles crean hombres débiles, los hombres débiles han creado tiempos difíciles por lo tanto necesitamos hombres fuertes para hacer un poco más fácil la vida de los argentinos», dijo citando al novelista Michael Hopf, bestseller en Estados Unidos.

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