Un empresario cercano al ex ministro de Economía, Sergio Massa, y que llegó al sector público de la mano del ex Secretario de Comercio, Matías Tombolini, será el nuevo presidente de ArSat, la empresa satelital y de telecomunicaciones que maneja el Gobierno.
Se trata de Mariano Greco, que fue designado en el cargo tras la realización de una asamblea de la sociedad que tuvo lugar en las últimas horas y en la que también habría pesado la buena relación que el ejecutivo tiene con el sindicato del sector para proponerlo en su nuevo puesto.
Más allá de la información oficial, en el sector se sospecha que la designación de Greco tiene relación con un proceso de transición que se iniciará en ArSat para encarar su privatización total o parcial, tal como ya lo había anticipado el gobierno libertario en el marco del plan de achique de empresas estatales que puso en marcha el presidente Javier Milei.
Arsat: un nuevo director con amplia experiencia
Según pudo saber iProfesional, los antecedentes de Greco lo muestran como ex CTO de la sociedad, con el manejo de las áreas data center, Nube pública, ciberseguridad y desarrollo de la compañía estatal que brinda servicios de transmisión de datos, telefonía y televisión por medio de infraestructura terrestre, aérea y espacial y cuyas instalaciones están ubicadas en Benavídez, provincia de Buenos Aires.
En el mercado, se recuerda que el nuevo titular de ArSat es licenciado en psicología y analista de sistemas, con estudios adicionales en administración y políticas públicas, gobierno digital y ciencia de datos.
Según el sitio especializado dpl News, también fue project manager TI de Conectar Escuelas Arsat y asesor para políticas de datos abiertos de la Ciudad de Buenos Aires. Además, trabajó como director de Informática y Administración de Tecnologías de la Subsecretaría de Comunicación Estratégica y como director de Asuntos Informáticos de la Oficina Nacional de Tecnologías de la Información.
El licenciado en Psicología y analista de Sistemas, Mariano Greco, estará a cargo de Arsat hasta su eventual privatización.
En la nueva etapa, Greco estará acompañado por Soledad Gonnet; Carina Dipp; Germán Vigne y Gonzalo Pascual como directores, en una conformación que muestra una especie de consenso del Gobierno con otros sectores políticos por la orientación de cada uno de los nuevos funcionarios.
Un caso particular es el de Gonnet, quien se llegó a autopostular para ocupar el máximo cargo de la sociedad estatal bajo un supuesto respaldo de Karina Milei, la actual Secretaria General de la Presidencia y apodada «la jefa».
Arsat, en la mira del Enacom por negocios «sospechosos»
La etapa que se abre a partir de la conformación del nuevo directorio no será fácil para ArSat, más allá del plan oficial de entregar sus operaciones a un privado.
Ocurre que a partir de ahora, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) comenzará a investigar la serie de prebendas y beneficios que el anterior gobierno le fue otorgando a la compañía de servicios satelitales.
El anterior gobierno hizo de la sociedad una herramienta poderosa para pelearle mercado y marcarle la cancha a las empresas privadas del sector y hasta le reservó una parte del espectro de 5G que fue licitado antes del 10 de diciembre pasado con el objetivo de crear una empresa estatal telco. Este fue el «último regalo» K, que en el mercado se considera como «un disparate» y que tiene vinculación con la entrega a la sociedad de parte de los megas que se licitaron a fines del año pasado para el inicio de la tecnología 5G en la Argentina.
En ese marco, mientras las operadoras privadas debieron desembolsar millones de dólares para poder acceder al proceso y adjudicarse frecuencias, ArSat recibió 200 megas de manera gratuita por decisión de la administración del ex presidente Alberto Fernández.
Durante las gestiones kirchneristas, Arsat fue blanco de operaciones políticas, las cuales ENACOM investigará.
Del mismo modo, tiene en su poder el remanente del proceso de 4G que devolvieron las empresas y se financia con el dinero que el sector privado aporta al fondo del llamado Servicio Universal, cuando lo debería hacer con sus propios ingresos.
En algunas oficinas del Gobierno sospechan que de haber ocurrido lo que la legislación marca, se demostraría la ineficiencia y la incompetencia de las sucesivas gestiones que tuvo ArSat para poder convertirla en una empresa rentable.
El pasado oscuro de Arsat
ArSat fue una de las sociedades del Estado donde el kirchnerismo nombró una gran cantidad de cuadros partidarios con varios funcionarios que pretendían montar una operadora de telecomunicaciones estatal sobre la base de la compañía.
De hecho, un mes antes del cambio de gobierno, dirigentes gremiales y funcionarios de ArSaT, entre los que figuraba Gonet, crearon un grupo de trabajo formado por Carlos Andrenacci, director de la empresa en representación del gremio de Foetra, junto con José Duarte, sub gerente de ArSat; y Micaela Sánchez Malcom, ex secretaria de Innovación Pública.
La idea era darle utilidad al espectro de 4G y 5G a través de movilidad y acceso fijo inalámbrico (FWA) a través de los 90 Mhz que posee ArSat del remanente de las anteriores licitaciones, que nunca se usaron y quitaron capacidad a los privados, con el agregado de los 100 Mhz de 3,5 Ghz destinados al 5G en la nueva y conflictiva licitación.
Es más, si se toma el valor del espectro de 4G, actualmente la compañía estatal tiene un lucro ocioso por el cuál las operadoras privadas pagaron hasta u$s500 millones. A esto se suman los 100 Mhz de 5G por el cuál los privados están obligados a pagar u$s350 millones.
ArSat quedaría bajo la órbita de la Subsecretaría de Planeamiento de Comunicaciones y Conectividad.
Ya en un proceso anterior organizado por el kirchnerismo se debió dejar vacante la convocatoria porque las empresas no tenían la capacidad económica para hacerlo y el espectro quedó vacante y otorgado a ArSat por la ley AFTIC en las postrimerías de la administración de Cristina Fernández, en el 2015.
Querían que ArSat ofreciera servicios que compitan con las empresas privadas, desde la red de fibra construida con fondos provenientes del llamado Servicio Universal. Es decir, del aporte de todos los operadores privados.
La estrategia era montar también servicios inalámbricos en alianza con prestadores que no invierten.
Ahora, ArSat quedaría bajo la órbita de la Subsecretaría de Planeamiento de Comunicaciones y Conectividad, cuyo titular sería Maximiliano Dominguez Soler, aunque otras fuentes aseguran que pasará a ser controlada por el Ministerio de Economía.