lunes, 7 octubre, 2024

Piqueteros, a la batalla por el Potenciar Trabajo: reciben a Gina Gopinath con mega movilización

Más de 30 organizaciones piqueteras le darán a Gita Gopinath este jueves y viernes una recepción a la altura de la visita: dos jornadas de movilización nacional, con 500 cortes de rutas, incluyendo los accesos a la Ciudad de Buenos Aires.

No podía ser menos, si se considera que hace un año, ante una visita de menor nivel, compuesta por una misión del staff técnico, las organizaciones sociales marcharon en masa para hacer uno de sus célebres «acampes» en la avenida 9 de julio, justo al pie del edificio con la gigantografía de Eva Perón, donde funcionaba el entonces ministerio de Desarrollo Social.

Piqueteros reciben al FMI con una mega movilización

Así, la vicedirectora del Fondo Monetario Internacional tendrá la posibilidad de comprobar de primera mano lo que desde hace tiempo se sospecha en la cúpula del organismo: que el principal que enfrentará el gobierno de Javier Milei no reside en la falta de voluntad para hacer el ajuste fiscal, sino en la dificultad para contener el descontento social en las calles.

Ya el día de la llegada de Gopinath el país estuvo conmocionado por un paro de ferrocarriles, en una saga conflictiva que este jueves sigue con un paro en el sector de la sanidad y que el lunes tendrá otro eslabón con un paro de los estatales de ATE.

Pero la movilización de los piqueteros sea tal vez la que apunta más directo a las dudas que quedaron planteadas sobre el programa económico de Milei: deja en claro la masa de desocupados o trabajadores informales que siguen dependiendo de la asistencia del Estado para acceder a una canasta de subsistencia –hoy valuada en $60.000 para un individuo y en $185.000 para una familia de dos adultos y dos menores-.

El epicentro de la protesta será, como ya es tradicional, el mantenimiento del plan Potenciar Trabajo, que con 1,2 millón de beneficiarios es el más numeroso y, además, sobre el cual se tejen más polémicas respecto de su administración.

La historia se repite: un año después de los acampes para pedir por el plan Potenciar Trabajo, regresan las protestas, ahora contra Milei

La historia se repite: un año después de los acampes para pedir por el plan Potenciar Trabajo, regresan las protestas, ahora contra Milei.

Piqueteros, en pie de guerra

Para los piqueteros no hay dudas sobre cómo interpretar la situación: temen ser la principal variable del ajuste fiscal, y creen que Milei está determinado a ir licuando el plan para sustituirlo por otras formas de asistencia social donde no exista la intermediación de las organizaciones sociales.

De hecho, no se trata de un temor nuevo: ya hace un año, los piqueteros se habían opuesto tenazmente a un plan de depuración de la nómina de beneficiarios, que ejecutaba la entonces ministra Victoria Tolosa Paz.

En aquel momento se habían detectado irregularidades en la inscripción de miles de beneficiarios, lo que llevó a una reducción de la nómina, y a una protesta masiva, que tenía una consigna elocuente: «El FMI ordena, Tolosa ejecuta». La ministra contestaba que, escudados en la protesta, los dirigentes piqueteros como Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, se negaban a corregir un esquema de asistencia sospechado de tener números inflados.

Un año después, cambiaron los nombres pero la pelea mantiene un tono similar. En vez de Tolosa Paz, en los carteles habrá consignas contra Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano. Y habrá cortes y reclamos por parte de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, la Unidad Piquetera, el Frente por Tierra y Vivienda -que lidera Luis D’Elía– y ex socios del gobierno peronista como el movimiento Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa, así como el sector liderado por Juan Grabois.

La primera jornada estará concentrada en el conurbano, e incluirá cortes en los accesos a Capital. Mientras que el viernes habrá una movilización a nivel nacional y una marcha que pasará por las oficinas de la ministra Pettovello, en Juncal y Carlos Pellegrini.

Es decir, además de la demostración de fuerza y el planteo del reclamo por los planes de asistencia, se planteará un nuevo desafío al protocolo de Patricia Bullrich, lo que implica el riesgo siempre latente de incidentes violentos.

La caja en disputa

El Potenciar Trabajo está en el centro de la pulseada con el gobierno. Ya desde el primer mensaje televisado del ministro Luis Caputo quedó en claro que la intención oficial era «licuar» el peso de ese programa, que ha venido creciendo aceleradamente.

Caputo anunció que, como forma de compensar la ola inflacionaria, se duplicaría la Asignación Universal por Hijo y que se incrementaría en un 50% el monto de la Tarjeta Alimentar. Ese fue el argumento -tanto ante el FMI como ante el Papa Francisco– que el gobierno presentó para justificar que el ajuste fiscal tenía la contraparte del cuidado social.

La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, insinuó irregularidades en la intermediación que hacen las organizaciones sociales en el Potenciar Trabajo

La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, insinuó irregularidades en la intermediación de organizaciones sociales en el Potenciar Trabajo.

En cambio, no se tocó el monto del Potenciar Trabajo, el plan que gestionan directamente las organizaciones sociales. Y, al mismo tiempo, la ministra Pettovello dio señales políticas en el sentido de querer terminar con la intermediación piquetera.

El Potenciar Trabajo paga una remuneración equivalente a medio salario mínimo. Hasta enero, eso implicó $78.000.  En términos fiscales, supone un costo mensual de $93.600, lo que equivale a un 1,5% de lo que recauda mensualmente la AFIP.

El reciente anuncio de que el salario mínimo tendrá un ajuste de 30%, bien por debajo de la pretensión de la CGT, que reclamaba un 85%, fue un factor que exacerbó el enojo. Las organizaciones sociales denuncian que el monto real de ese plan está siendo licuado por la inflación.

Y denuncian que, para colmo, el plan del gobierno es «desacoplar» al Potenciar Trabajo del salario mínimo. En otras palabras, que el gobierno busca un nuevo criterio de actualización que vaya incluso por debajo de la variación del salario mínimo.

¿En qué se parecen CFK y Milei?

En una de las tantas vueltas irónicas de la política argentina, la actitud que actualmente muestra el gobierno de Milei hacia el plan Potenciar Trabajo guarda cierta similitud con las críticas que había planteado Cristina Kirchner hace dos años.

La entonces vicepresidente, en un acto con dirigentes sindicales de la CTA, no sólo planteó que el Potenciar Trabajo ya no cumplía los objetivos de resolver los problemas de exclusión social, sino que además implicaban «una tercerización de la política social» que el peronismo no podía permitirse.

Fue entonces cuando propuso que la gestión de los planes sociales volviera masivamente a manos de los intendentes y dejara de estar en las organizaciones sociales, para quienes además pidió una auditoría, insinuando que había irregularidades en la gestión.

Cristina Kirchner había sido la primera en plantear la necesidad de sustituir el Potenciar Trabajo por otro tipo de asistencia social

Cristina Kirchner había sido la primera en plantear la necesidad de sustituir el Potenciar Trabajo por otro tipo de asistencia social.

En aquel momento, ese planteo produjo un terremoto político en la interna del Frente de Todos, que llevó a que el ex presidente Alberto Fernández hiciera un acto de reivindicación de las organizaciones piqueteras, a quienes agradeció su labor social «aunque hagan algunas picardías que no convalidamos».

Cristina Kirchner tenía en aquel momento la idea de sustituir al Potenciar Trabajo por un salario universal, con un monto equivalente a una canasta de indigencia, y que llegara a un universo mucho mayor de beneficiarios, que se estimó en unas siete millones de personas que se habían anotado para recibir un bono de ayuda conocido como «el nuevo IFE».

Los economistas habían calculado que eso podía implicar una bomba fiscal porque podría cuadruplicar el costo del plan Potenciar Trabajo. Evidentemente, es en ese punto donde Cristina y Milei dejan de coincidir respecto de cómo resolver el problema, pero al menos sí mantienen una opinión en común: ambos creen que el esquema de asistencia social necesita una reforma a fondo.

También el FMI viene expresando la misma opinión. Y los piqueteros están dejando en claro que no están dispuestos a ser espectadores de esa reforma sin plantear su pelea en el ámbito callejero.

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