En medio del enfrentamiento de Javier Milei con varios gobernadores del país -especialmente el chubutense Ignacio Torres, quien amenazó con cortar el suministro de petróleo si no recibe los fondos de coparticipación del Estado-, el economista Carlos Melconian reflexionó sobre el rol del Gobierno y se refirió a la situación actual del país. “Comenzaron con las cuestiones vinculadas a lo fiscal, al mercado cambiario y al los precios relativos, pero todavía falta. Desde lo político, el camino hubiese sido diferente. Por ejemplo, nosotros nunca hubiéramos lanzado un DNU o ley ómnibus. Ahora ya está hecho”, sentenció.
También descartó que el ministro de Economía, Luis Caputo, haya aplicado un plan económico, y aseguró que las medidas de la administración mileísta se tratan sólo de un “conjunto de decisiones”. “Es distinto hacer planes económicos que estar en tesorería”, apuntó, en diálogo con Radio Mitre.
Al mismo tiempo, destacó las “ideas de mediano plazo” que conducen desde Presidencia en conjunto con la cartera de Economía, y agregó que hace falta “discutir cosas de instrumentación, política, y programas en general”. “Los contenidos y la comunicación ocupan un rol preponderante. También están las políticas, y eso está trabado en la Argentina”, expresó.
Por otra parte, el expresidente del Banco de la Nación Argentina (BNA) retomó el tema del conflicto con las provincias y aseguró que se trata de una “correlación de fuerzas”. “Es medirse entre ellos. El Presidente es el Presidente, y los gobernadores fueron elegidos en sus provincias. De alguna forma se va a tener que destrabar y hay que encontrar un consenso”, indicó, y subrayó: “Hubo una elección en la que dos tercios votaron algo. Esto tiene que ir cambiando, con esa vieja grieta no vamos a ningún lado”.
Y consideró: “Aquellos que consistentemente estamos con el cambio debemos ser consistentes y, frente a los desvíos, bajar un cambio. No es tomar partido por uno o por otro, la gente votó que quiere cambiar. El título de todo lo que hablemos parte de ahí”.
“Dos tercios de los argentinos votaron por un cambio antes de la segunda vuelta, pero la esperanza y el entusiasmo generan incertidumbre e intriga sobre el futuro”, consideró, y apuntó contra la gestión anterior: “Dejar atrás el populismo no es una cosa sencilla y lineal. El cambio cultural, de mentalidad, de lógicas corporativas que tiene arraigada la Argentina, no es fácil”.
En la misma línea, aseguró que la Argentina necesita “buscar una salida”, porque de lo contrario “estaríamos complicados”. “Conozco lo que piensa el Presidente, no puedo decir que no tiene razón”, explicó, e indicó que se está siempre “en tensión de medir fuerzas a ver quién tiene razón”. “Negociar no es claudicar y recapacitar no es signo de debilidad”, analizó.
Finalmente, se refirió a los números de las primeras semanas de gobierno de Milei, le restó importancia a los mercados como índice de éxito y valoró la importancia de “buscar consensos”: “Los mercados son el primer lugar donde se ven los cambios, para bien o para mal. No me entusiasmaría con el día a día, le doy bola pero hasta ahí, porque los mercados también se equivocan”.
LA NACION