El 22 de febrero se celebra el Día de la Antártida Argentina en homenaje a la primera base nacional en ese continente. La enseña patria flameó allí por primera vez en 1904.
Un loco aventurero escocés, una cesión a Julio Argentino Roca y una estadía récord son algunos de los condimentos que tiene la increíble historia que se esconde detrás de la primera vez que la bandera argentina flameó en la Antártida el 22 de febrero de 1904, hace exactamente 120 años.
Todo comenzó con William Speirs Bruce, que de joven había viajado hacia las Islas Malvinas y sus alrededores como parte de una expedición ballenera de Gran Bretaña, entre 1892 y 1893. Su amor por la oceanografía continuó creciendo y pronto quiso liderar su propia expedición científica, pero el gobierno británico no tenía intenciones de financiarla.
Entonces, decidió buscar apoyo económico. Consiguió que dos hermanos escoces, los Coats, invirtieran 11.000 libras esterlinas, con lo que compró en 1901 un barco ballenero noruego que adaptó para navegar en aguas repletas de hielo y que bautizó como Scotia. Con el objetivo de analizar la vida silvestre en las islas Orcadas del Sur, un archipiélago en la Antártida, conformó una tripulación de unas 25 personas, entre las que convocó a un zoólogo, un botánico, un meteorólogo, un geólogo, un taxidermista y un bacteriólogo.
El Scotia partió el 2 de noviembre de 1902 desde Troon y llegó el 6 de enero de 1903 a las Islas Malvinas. Tres semanas después, continuó su viaje hacia las Orcadas del Sur. En esa zona, quedaron atrapados por las condiciones climáticas y las aguas congeladas. No tuvieron otra opción que refugiarse en una bahía del lado sur de la isla Laurie, en las Orcadas del Sur.
Allí construyeron un observatorio magnético de madera, el primero en la Antártida, y una cabaña de piedra con techo de lona cubierto de brea que bautizaron como Omond House. También pusieron trampas para peces para poder alimentarse y atravesar el frío invierno. Al tratarse de una expedición no oficial, no podías declarar ese territorio como jurisdicción escocesa.
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Recién el 22 de noviembre de 1903 lograron liberar el barco del hielo. Quedaron seis hombres en tierra,entre los que se encontraba el talentoso meteorólogo Robert Mossman, mientras que la embarcación se dirigió hacia Buenos Aires, a donde llegó en Nochebuena.
Los escoceses negociaron con el gobierno argentino: les ofrecieron cederles las precarias instalaciones que habían construido a cambio de 5.000 pesos y de que el Scotia llevara al personal argentino que continuaría con el emprendimiento científico. El entonces presidente Julio Argentino Roca aceptó el trato mediante el decreto 3.072, que fue firmado el 2 de enero de 1904 y que dispuso el Observatorio nacional Magnético y Meteorológico en la Omond House, que fue rebautizada como Base Orcadas, la primera en la Antártida.
Fue así que el barco regresó con tres argentinos a bordo: Hugo Alberto Acuña, Edgardo Smula y Luciano Valette (uruguayo nacionalizado argentino). Estuvieron acompañados por el meteorólogo Robert Mossman y el cocinero William Smith, escoceses pertenecientes a la expedición original de Bruce. Fueron el primer grupo de personas que vivieron de manera permanente en la Antártida. Realizaron tareas de investigación científica mientras sobrevivían como podían, cazando pingüinos, focas y peces.
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La bandera argentina flameó en la Antártida por primera vez el 22 de febrero de 1904, fecha en la que el Estado nacional se hizo cargo de la base. Desde entonces, pasaron exactamente 120 años que la Argentina mantiene su presencia permanente e ininterrumpida en la Antártida, un récord mundial. En 1974, se instituyó a través del Boletín Oficial que cada 22 de febrero se celebre el Día de la Antártida Argentina.