Durante la Cuaresma y la Semana Santa las personas siguen algunas de las tradiciones más preciadas de la religión Católica, en este periodo religioso es muy común hacer ayunos y entrar en abstinencia, por lo que los miles de personas en el mundo evitan consumir carnes rojas durante el Miércoles Santo y Viernes Santo.
La Semana Santa es una conmemoración anual de la pasión de Cristo, es decir, los últimos momentos de su vida, desde su llegada a Jerusalén, la última cena, el viacrucis, la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret, según la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.
En esta época del año, que generalmente ocurre de febrero a marzo o abril, el pescado gana gran popularidad en las diferentes preparaciones de las familias, pues hay quienes desde el Miércoles de Ceniza y hasta el Viernes Santo ayunan cada miércoles y viernes de la Cuaresma. Le contamos los beneficios que consumir esta proteína le aporta al cuerpo.
Expertos en salud alimentaria y nutrición mencionan que el pescado debe hacer parte de la dieta habitual y no solo ser consumido en una época del año específica, ya que, el pescado es un alimento rico en proteínas, ácidos grasos como Omega-3, y además contiene vitaminas como las B1, B2, B3 y B12, la A, D y en menor proporción la E y minerales como el selenio, el magnesio y calcio.
En el pescado se encuentran cantidades relevantes de minerales: fósforo, potasio, calcio, sodio, magnesio, hierro, yodo y cloro, según el Ministerio de Salud y Protección Social, del Gobierno colombiano.
De igual forma, la Organización Mundial de la Salud menciona que el pescado debe hacer parte de la dieta regular de las personas y consumirse de dos a tres veces por semana, ya que, este alimento aporta Omega-3 y el cuerpo humano no produce este tipo de ácidos grasos.
Reduce el riesgo de cardiopatías:
Según la Universidad de Harvard, existen pruebas demostrables que aseguran que comer pescado es bueno para la salud del corazón y los vasos sanguíneos.
Un análisis de 20 estudios con cientos de participantes, que realizaron expertos de la Universidad de Harvard descubrió que consumir aproximadamente una o dos raciones de 80 a 100 gramos de pescado graso a la semana (como salmón, trucha, arenque, bacalao, atún, caballa, anchoas o sardinas) puede reducir el riesgo de muerte por cardiopatía en aproximadamente un 36 %.
Reduce los niveles de triglicéridos en sangre:
De igual forma, un artículo publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina del Gobierno de Estados Unidos menciona que las personas que registraron padecimiento de enfermedades cardiovasculares y que incluyen el pescado en su dieta regular presentan un número significativamente menor de episodios graves y un menor número de muertes en comparación con las que no comen pescado.
La entidad especializada en salud menciona que una de las razones de lo anterior, se debe principalmente a que los nutrientes del pescado también mejoran el funcionamiento de los vasos sanguíneos y, en dosis más elevadas, reducen los niveles de triglicéridos en la sangre, por lo que pueden aliviar la inflamación.
La inflamación en el organismo puede dañar los vasos sanguíneos, lo que a su vez puede provocar cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, según menciona la Clínica Mayo.
Reduce la presión arterial y la posible formación de placas de grasa en las arterias
De igual forma, la publicación de la Universidad de Harvard menciona que el consumo regular de pescado ayuda a reducir y estabilizar la presión arterial y la formación de placas de grasa en las arterias.
Lo anterior, porque según el centro médico de investigaciones de Harvard la ingesta continuada de pescado con alto contenido en omega-3 ayuda a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y triglicéridos y, en consecuencia, también disminuye la posibilidad de que se formen placas de grasa en las arterias, ayudando a reducir las posibilidades de sufrir un infarto.
Por Alejandra Hernández Torres