En casa de herrero, cuchillo de palo, habrá pensado el periodista Tomás Munaretto quien anunció que fue despedido del canal Crónica TV luego del picante cruce que mantuvo con uno de los conductores de la señal que lo llevó a denunciar, al aire, la precaria situación laboral en la que se encuentra un profesional de los medios.
«Me tienen en negro», gritó indignado, en vivo, desde el hall de la estación de Constitución donde dialogaba con ciudadanos a los que les cuesta llegar a fin de mes tras la reciente devaluación monetaria y la llamarada inflacionaria que ocasionó la medida.
Luego de entrevistar a una chica que canta a la gorra, en los vagones del tren Roca, el conductor Carlos Stroker le dijo en tono sobrador, «Tomi, la chica gana seis lucas por día. Vos aporta porque cantó algo al aire».
Fue arrojar un fósforo a un polvorín, Tomás Munaretto le espetó, «¿quién te dice que aporte, la producción. Porque por 1.715 $ que pagan la hora extra, Carlos, no puedo aportar. «Aparte estoy en negro. No tengo vacaciones, no tengo aguinaldo, no tengo obra social. Pago 167 mil pesos de la obra social, decime cómo hago para aportarle si no me alcanza, ¿cómo hago?», blanqueando una situación laboral que, lamentablemente, se replica en numerosas empresas donde los delegados sindicales prefieren mirar hacia otro lado cuando los trabajadores denuncian su precariedad contractual.
Los dueños de Crónica TV
¿Quiénes son los responsables del canal Crónica TV fundado por el periodista Héctor Ricardo García?
García que creó un éxito con las distintas ediciones del diario sensacionalista Crónica y que continuó siendo líder en audiencia durante varios años con Crónica TV, terminó su vida empresaria de la peor manera, en la cárcel y cediendo sus empresas al Grupo Olmos.
En 2002 el gobierno denunció a García por presunta evasión fiscal a través de la AFIP que fue querellante en la causa donde se lo acusaba de evadir más de 17 millones de pesos desde 1998 cuando regía la Convertibilidad monetaria.
El 27 de agosto de 2004 el juez Jorge Brugo ordenó la captura de García, quien se entregó voluntariamente el 1 de septiembre para quedar detenido tras prestar declaración.
En 2005, el Grupo Olmos, estrechamente vinculado con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) compró el diario Crónica y la editorial Sarmiento. El propio García contaría en una entrevista, que conoció a los hermanos Olmos por medio de su gerente cuando salió de prisión y prácticamente «les regaló» el diario.
En 2011, el Grupo Olmos compró el 51% de Crónica TV, aunque García permaneció como encargado de su programación hasta diciembre de 2016 cuando los hermanos Raúl y Alejandro Olmos adquirieron completamente la señal.
Un grupo mediático consolidado
Los mendocinos hermanos Olmos lograron consolidar un grupo mediático al adquirir marcas periodísticas establecidas en el público lector como Ámbito Financiero, BAE, Crónica y, la señal de noticias, Crónica TV bajo el amparo y la observancia de los integrantes del Frente de la Victoria de Cristina Kirchner que siempre avaló la cooptación de medios privados para convertirlos en medios militantes de sus causas y gestiones.
Los hermanos Olmos no fueron los únicos, sucedió con los otrora poderosos empresarios de medios como Sergio Szpolsky y Matías Garfunkel, pasando por Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta, pero sí fueron los más exitosos, si se toma en cuenta la vigencia de los medios que administraron, de mala manera, en la mayoría de las ocasiones.
El periodista Tomás Munaretto fue despedido de Crónica TV luego denunciar, al aire, su precaria situación laboral
Informalidad laboral, un flagelo argentino
La informalidad laboral es un verdadero problema de la economía argentina. Uno de los fundamentos que lleva a la administración de Javier Milei a ensayar una profunda reforma laboral de difícil pronóstico de resolución.
La informalidad laboral se define como el trabajo remunerado que no está registrado y, como denunció el periodista Munaretto, aquel que lo vive no cuenta con protección legal. También se la encasilla en el trabajo independiente de baja calificación e ingresos.
Si observamos la realidad de la Argentina cerca de la mitad de las personas ocupadas poseen empleos informales, según datos del INDEC. Además, casi 7 de cada 10 empleos generados desde la pandemia no cumplen con las condiciones de formalidad.
En el Gobierno nacional admiten que una de las causas de la informalidad laboral son las cargas impositivas y los costos laborales, así como la falta de controles o de agentes públicos que prefieren no multar a los empresarios con fuertes intereses sindicales-empresariales.
Un caso testigo
El caso del Grupo Olmos, de los hermanos Raúl y Alejandro, podría ser un caso testigo teniendo en cuenta la importancia que tuvieron y tienen en el entramado de la política y los negocios.
Algunos analistas han denominado a esta situación, típicamente latinoamericana y argentina, como la creación de un capitalismo de amigos. Un término que describe a una economía capitalista en la que el éxito en los negocios depende de una estrecha relación entre los empresarios y los funcionarios gubernamentales.
Héctor Ricardo García, fundador de Crónica TV
Sólo bajo esa caracterización económica puede comprenderse el ascenso del Grupo Olmos adquiriendo medios de índole nacional, pero, también, provincial, porque son dueños de El Atlántico de Mar del Plata, y, en sociedad con la editorial Perfil de Jorge Fontevecchia del canal Bravo TV.
El 14 de marzo de 2022, confluyeron las dos empresas periodísticas de origen similar en papel, en los talleres de Perfil se imprimieron los diarios de Olmos: Crónica y BAE Negocios, y juntas formaron Estrellas Satelital S.A., una sociedad integrada por el Grupo Olmos y Perfil Teledifusora.
Pisa fuerte en el sector salud
Sin embargo, el corazón del negocio del Grupo Olmos es la sanidad. Gerencian la obra social de la poderosa Unión Obrera Metalúrgica, y tienen intereses en la prepaga BASA Salud. La Red BASA trabaja con 19 clínicas y sanatorios que cuentan con 31 centros de diálisis donde trabajan 6.500 profesionales para 800.000 afiliados.
El crecimiento, desde el llano, se lo deben al mayor de los hermanos. Raúl Olmos fue el iniciador del grupo empresario. Cuentan los que lo conocen desde sus comienzos en Mendoza que circulaba con un modesto Fiat 600 y con el título de contador de la Universidad Nacional de Cuyo cuando logró ingresar al mundo sindical en el gremio de la madera y de prensa provincial para luego terminar en el área contable de la UOM donde terminó siendo apadrinado por el referente histórico del gremio, el extinto secretario gremial, Lorenzo Miguel y, luego, por Antonio Caló hasta que fue derrotado por una lista ligada a Máximo Kirchner.
Acaso su máximo éxito empresarial sea la creación de fideicomisos, con uno de ellos logró enfrentar el concurso de acreedores que tuvo, en el pasado, la obra social sindical de los metalúrgicos.
El otro hito es Forjar Salud, como pasó a llamarse la obra social de los metalúrgicos durante la gestión del ex titular de la CGT, Antonio Caló. De esta forma, el grupo familiar pasó a controlar más de 10 clínicas y sanatorios en todo el país, entre ellos la tradicional clínica Pellegrina, en Godoy Cruz, Mendoza.
Al mismo tiempo que avanzaba con la compra de clínicas, montó una empresa de medicina prepaga, BASA Salud S.A., Buenos Aires Servicios de Salud, que tiene firmados acuerdos y convenios que la habilitan como el servicio de salud de muchos sindicatos. Los empleados de la AFIP y del Ministerio de economía afiliados a OSME, obra social del ministerio de economía, puedan dar fe.
Raul y Alejandro Olmos, dueños de Crónica TV
Fideicomisos
Los Olmos lograron, a través de la creación de fideicomisos, un acto jurídico por medio del cual una persona entrega a otra la titularidad de unos activos para que la administre y, al vencimiento de un plazo, transmita los resultados a un tercero para preservar el patrimonio, la manera de administrar obras sociales sindicales que llevan a sus afiliados con padecimientos a las clínicas gerenciadas por el Grupo.
Esta mecánica financiera exitosa parece no contemplar algunos aspectos laborales.
La denuncia por la informalidad laboral que atraviesa el cronista Tomás Munaretto, que la denunció públicamente al conductor Carlos Stroker, que suele ser un denunciador de las prácticas abusivas de las empresas, puso sobre el tapete la triste realidad de periodistas, que salen al aire y tienen una responsabilidad comunicacional relevante, y no están protegidos por ninguna norma laboral acorde a su función.
Si bien la empresa no lo confirmó, el periodista afirma que está despedido y explicó que «En el canal es mucha la gente que está en esa situación precarizada. Sé que muchos están incluso peor a nivel personal de lo que yo estoy atravesando. Espero que esto sirva para cambiar la situación del resto de los laburantes que pertenecen al canal, es insostenible».