En una entrevista radial, el último ministro de Economía del gobierno de Mauricio Macri, se sumó a lo que vienen indicando la mayoría de consultores, analistas y economistas de que el dinero alcanza cada vez menos o directamente no alcanza. Desde Empiria, la consultora que dirige Lacunza, afirmaron una caída del “ingreso disponible”.
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En este sentido, el ingreso o dinero restante de los hogares tras cubrir gastos fijos como servicios (luz, gas y agua), transporte, alquileres y expensas, cayó significativamente. En números concretos, el ex ministro señaló: «Si en noviembre del año pasado a una familia le quedaban 100 pesos, ahora le quedan 86». Esto argumentó a la fuerte suba, los tarifazos y aumentos de los gastos fijos de los hogares, mientras los ingresos no acompañaron tal suba.
En relación al poder de compra de los hogares, Lacunza pronosticó que los niveles de consumo no se recuperarán hasta finales de 2025, evidenciando una prolongada fase de ingresos reducidos y consumo limitado donde el Gobierno tardaría 2 años en recuperar el ya bajo poder de consumo de noviembre de 2023, antes que asumiera Milei.
En cuanto a los puestos de trabajo, Lacunza afirmó que «este mercado laboral ajusta más por salarios que por puestos de trabajo. En el 90 el desempleo era de 17 y ahora 7,5, pero los salarios son más flexibles», con una pérdida en el poder adquisitivo tanto en los formales (peor en los públicos) y más profundo aún en los informales “donde el mercado laboral se ha flexibilizado de hecho”.
Caída del consumo sin recuperación a la vista
Este jueves la Secretaría de Energía de la Nación confirmó un caída en la venta de combustibles en octubre del 8,8% en relación al mismo mes del año pasado. Acumulando 11 meses en retroceso en la comparación interanual.
El dato se suma a las caídas generales de consumo, en autoservicios tuvieron una contracción del 20,4% interanual, según la consultora Scentia. Explicada por la pérdida del poder de compra de los salarios y las jubilaciones.
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Según las proyecciones del director de Scentia, el consumo podría finalizar el año con un desplome superior al 10%, lo que colocaría al 2024 como uno de los peores años en términos de consumo masivo de las últimas tres décadas. «Si este año termina con esa caída, estaremos por debajo de lo que fue el peor momento del consumo en la crisis del 2001», afirmó.
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Según un estudio del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) dependiente de la UBA y el CONICET, determinó que en noviembre una familia precisó $134.173 al mes para cubrir los gastos de servicios públicos, siendo un mes no alto de consumo de energía por el clima estacional.
Los tarifazos implican un fuerte aumento de los gastos fijos de un hogar que achican la billetera disponible para el consumo de las necesidades básicas, como la alimentación. Las grandes empresas privatizadas de servicios ganan fortunas a costa del bolsillo de las mayorías. El ajuste de Milei sigue siendo al bolsillo de la clase trabajadora y el pueblo pobre.