Un barrabrava de Boca Juniors embistió con su camioneta contra la guardia del Hospital Municipal de Boulogne, zona norte del conurbano bonaerense. Acto seguido, bajó por sus propios medios del vehículo, ya adentro de la sala de espera, y al rato fue atendido por los médicos. No se reportaron heridos.
Ocurrió a las 6:15 de la madrugada del lunes en la sala de espera de la guardia de adultos del Hospital Municipal Ciudad de Boulogne, partido de San Isidro. Las cámaras de seguridad del triage captaron el momento exacto del choque: una Volkswagen Amarok embiste contra la guardia misma y frena su marcha apenas metros antes de donde aguardaban atención médica una pareja y una señora, que se corrieron de inmediato, asustados.
En su marcha, se llevó por delante una puerta y partes de una ventana, que son las que el implicado mira cuando desciende por sus propios medios de su camioneta.
Según las autoridades policiales, que intervinieron luego, Darío Ruben Mangoni, de 39 años, se notaba en un estado considerable de exaltación psicomotriz, por lo que tuvo que brindársele atención médica pronto. Al bajar del vehículo estaba aferrado a un bidón de agua.
Hacia el mediodía del lunes fue detenido por la policía allí mismo, en el hospital. Fuentes de la investigación confirmaron que, por su identidad, se trata de un barrabrava de Boca que ya tuvo problemas policiales.
En febrero de 2022, la Policía de la Ciudad detuvo a Mangoni, miembro de la facción «Villa Urquiza-Barracas-La Boca» de La 12, por robos y estafas con tarjetas de crédito.
La investigación por la que Mangoni había ido a parar a la cárcel fue impulsada por la jueza Laura Bruniard, quien había dado cuenta de la modalidad de las estafas del barrabrava de Boca: robo de productos para automotores, o bien estafa, dado que se acercaba hasta estaciones de servicio en las cuales compraba esos productos con tarjetas de crédito robadas.
En 2009, Mangoni había comenzado ya a tener problemas con la Justicia. A raíz de dos condenas por robos reiterados (la más importante de ellas, cinco meses y medio de prisión), cumplió parte de las penas en el penal de Rawson, uno de los más arduos del Servicio Penitenciario argentino.
Ingresó en la década del 2000 a La 12. Trabó buenas relaciones con las facciones de Barracas y de La Boca y escaló hasta la segunda línea del grupo, donde todavía se mantiene más allá de esporádicos cambios en la cúpula de la barra.