Si tenés un gato de macota y no lográs que acepte tus muestras de afecto, esta puede ser la explicación.
-
Ni en el patio ni en la cocina: dónde debe ir la caja de arena del gato, según los veterinarios
-
Omakase: la tradición japonesa que se impone en Buenos Aires
Nuestro país tiene una importante tradición que se hereda de familia y que nos posiciona primeros en un ranking mundial: tener mascotas. Casi todas las familias tiene al menos un animal doméstico adoptado, generalmente perros o gatos, que alegran el ambiente y traen felicidad con su personalidad y ternura.
Si bien toda su vida tuvieron fama de ser ariscos, e incluso de traer mala suerte, la reputación de los gatos se revirtió en el último tiempo gracias a la viralización de momentos graciosos y fotos tiernas, que muestran su lado mas cariñoso. Sin embargo, para que ellos sean demostrativos, hay que darles amor como a ellos les gusta, y ese puede ser un problema para algunos dueños.
Gatos
Por qué a mi gato no le gustan las caricias
La naturaleza de los gatos es cazar y explorar lugares nuevos, metiéndose en huecos pequeños y rasgando los arboles del camino. Sin embargo, se adaptaron a la comodidad el hogar e intentar replicar estos instintos con los muebles, las patas de los sillones y las alacenas. Por eso, cuando uno intenta levantarlos y ponerlos en nuestro regazo sin previo aviso o que el demuestre intenciones de hacerlo, estamos limitando su libertad de movimiento, lo que puede hacerlos enojar. Además muchos felinos sufren de problemas en las articulaciones y en los huesos, y las caricias sorpresivas pueden generarles dolor.
Es importante aceptar la personalidad natural de nuestro gato, ya que no todos son tan afectuosos y se inclinan por el contacto físico. Sin duda siente amor por sus dueños, pero tienen otras formas de expresarlo. Si lo que buscas es tener un michi que le gusten los abrazos y estar siempre pegado a vos, hay ciertas razas que tienen mayor predisposición, pero siempre lo ideal es acostumbrarlos desde bebes a estos hábitos.