Un diplomático de la Embajada de Rusia protagonizó un escándalo cuando se negó a hacer el control de alcoholemia durante la Navidad y fue demorado por los agentes de tránsito en el barrio porteño de Recoleta.
El episodio comenzó alrededor de las 10.45h cuando el conductor de un auto Volkswagen Bora blanco con dominio “D094CSB”, no accedió a brindar la documentación requerida por el puesto de control ni a realizar el test con alcoholímetro que determine el nivel exacto de alcoholemia. La Policía Federal trabaja en el lugar tras el llamado de los agentes de tránsito y, se escoltará el auto hasta la embajada y una vez allí se realizará el acta.
Minutos después de las 11 llegó al lugar la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, mientras los medios captaron el momento en que el conductor filmaba con su celular desde adentro del auto. “Sin comentarios, sin comentarios”, dijo una de las personas que respondía por el hombre.
Unos instantes después, el policía que tuvo que intervenir explicó: “Por el momento no quiere acreditar la identidad, nosotros tenemos que hacerle el control de todas las maneras”. En paralelo, las personas relacionadas con el conductor comenzaron a filmar y a sacar fotos con sus celulares. A las 11.10 de la mañana llegaron agentes de la Policía Federal Argentina (PFA) para tratar de solucionar la situación.
El agente a cargo del operativo, explicó que serían tres custodios los que llegaron al lugar para representar al diplomático. “Cuando hablé con ellos no se acreditaron y no acreditaron la identidad del conductor, tampoco sabemos cuál es el cargo de la embajada”.
El artículo 41 de la Constitución indica que “todas las personas que gocen de esos privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor”. De esta manera, el diplomático no puede negarse a hacer el control de alcoholemia.
“Nosotros pedimos colaboración de la policía y ahora quedan a cargo del procedimiento. Si accede a bajar y hacer el control de alcoholemia, se le pide la documentación y de dar negativo sigue y si no continúa el proceso legal”, señaló uno de los agentes.
Además agregó que «no es la primera vez que pasa” en esta mañana de Navidad y reveló que unos minutos antes habían pasado otros diplomáticos: “Era de Rusia, sopló y siguió. Por eso nos sorprende que esta persona no quiera hacer control”.
En el medio de esta extraña situación, un ciudadano ruso se acercó al lugar para intentar interceder, pero el hombre se mantuvo firme en su postura. «Es una vergüenza para mi país», destacó.
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