SOCIEDAD
La quema de muñecos ganó popularidad a partir de la década de 1950. Los orígenes de la tradición.
La quema de muñecos al finalizar el año es una costumbre que ha echado raíces en algunas provincias de Argentina, especialmente en la región del Litoral y en la ciudad de La Plata.
Este ritual combina simbolismo, creatividad y sentido comunitario, y cada diciembre transforma las calles en un escenario de expresión cultural. Pero, ¿cuál es el origen de esta particular tradición en el país?
Un inicio influenciado por inmigrantes
El origen de esta costumbre en Argentina se vincula con las tradiciones traídas por inmigrantes europeos, particularmente aquellos provenientes de España e Italia. Estas comunidades practicaban celebraciones populares en las que las hogueras tenían un papel central, como un símbolo de renovación y purificación. En la región del Litoral, estas influencias se mezclaron con las costumbres locales, dando lugar a la creación de muñecos que se queman para despedir el año viejo.
La quema de muñecos ganó popularidad a partir de la década de 1950, cuando se empezó a realizar de manera más organizada en ciudades como Santa Fe, Paraná y Rosario. Desde entonces, se convirtió en una forma de unir a las comunidades y reflejar las emociones colectivas de un ciclo que termina.
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El significado de los muñecos en la cultura argentina
En Argentina, la quema de muñecos tiene un fuerte carácter simbólico. Estas figuras, conocidas como “año viejo”, representan lo negativo que se desea dejar atrás: problemas, conflictos o fracasos. Al prenderles fuego, se busca purificar el ambiente y dar paso a un nuevo comienzo con energías renovadas.
Además, los muñecos suelen ser representaciones humorísticas o críticas de personajes o eventos que marcaron el año. Desde figuras públicas hasta temas de actualidad, estas creaciones se convierten en un reflejo de la opinión popular.
¿Cómo se confeccionan los muñecos?
La confección de los muñecos es un proceso artesanal y colectivo, que involucra a familias y vecinos. Se utilizan materiales fáciles de conseguir, como:
- Ropa vieja y papel: para rellenar el cuerpo del muñeco.
- Madera o alambre: para darle estructura.
- Cartón y pintura: para los detalles y acabados.
- Fuegos artificiales (opcional): para crear un cierre festivo al quemarlos.
Concursos y celebraciones locales
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En algunas ciudades del Litoral, la quema de muñecos se ha convertido en un evento esperado, con concursos que premian la creatividad y el impacto visual de las figuras. Estas actividades fomentan la participación y refuerzan los lazos entre los habitantes.
Una tradición que trasciende generaciones
La costumbre de quemar muñecos al finalizar el año sigue viva en Argentina gracias a su capacidad de unir a las comunidades y renovar el espíritu colectivo. Esta práctica no solo marca el cierre de un ciclo, sino que también celebra el ingenio y el sentido del humor de quienes la mantienen viva.
Si visitas el Litoral argentino en diciembre, no te pierdas esta tradición que combina arte, historia y una dosis de renovación para recibir el nuevo año con energías positivas.
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