Río de Janeiro, 16 ene (EFE).- Brasil consiguió reducir en un 16 % en los últimos seis años el número de niños y adolescentes que vive bajo la línea de pobreza, pero aún así más de la mitad de los menores de edad continúa en esa condición, según un estudio divulgado este miércoles por Unicef.
De acuerdo con el estudio, el número de brasileños de hasta 17 años que vive en condiciones de pobreza cayó desde 34,3 millones en 2017, cuando representaban el 62,5 % del total, hasta 28,8 millones en 2023, cuando pasaron a equivaler al 55,9 % del total.
El documento divulgado por la oficina en Brasil del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) indica que el número de menores de edad en condiciones de extrema pobreza también cayó en el período: desde 13,8 millones (23,8 %) en 2017 hasta 9,8 millones (18,8 %) en 2023.
El organismo multilateral explicó que el estudio consideró múltiples condiciones, y no exclusivamente la renta de las familias, para definir la llamada pobreza multidimensional.
«El análisis considera que los niños y adolescentes están en situación de pobreza cuando no se le garantiza totalmente algunos de sus derechos fundamentales, como acceso a educación, salud, agua, saneamiento básico y seguridad alimenticia», explicó la jefe de Políticas Sociales de Unicef en Brasil, Liliana Chopitea.
La especialista atribuyó la «notable reducción» del número de menores de edad en situación de pobreza a la mejoría de la renta de las familias gracias al aumento del número de beneficiarios de los programas públicos de distribución de recursos a los más pobres.
«Además de un aumento en el valor de los subsidios distribuidos por el Gobierno hubo un crecimiento expresivo del número de familias beneficiadas», asegura el estudio.
Considerando tan solo la renta de sus familias, el porcentaje de brasileños de hasta 17 años que viven en condiciones de pobreza cayó desde el 25,4 % del total en 2017 hasta el 18,1 % en 2023.
Pese a la mejoría de la renta, algunos de los otros indicadores usados para medir la pobreza multidimensional registraron un deterioro.
Mientras que en 2019 la tasa de niños de entre 8 y 10 años que no había sido alfabetizada era del 14 %, ese porcentaje saltó hasta el 30 % en 2023, lo que Unicef atribuyó a un efecto de la crisis provocada por la pandemia de la covid, cuando las escuelas cerraron sus puertas y pasaron a ofrecer aulas no presenciales. EFE