La decisión de un juez de bloquear temporalmente la orden ejecutiva de Donald Trump que restringe la ciudadanía por nacimiento puso en el centro de atención a un magistrado con una larga trayectoria de casos controvertidos. Desde condenar al llamado “Terrorista del Milenio” hasta frenar medidas migratorias polémicas, John C. Coughenour dejó una huella en el sistema judicial estadounidense.
El juez Coughenour, con sede en Seattle, declaró inconstitucional la orden ejecutiva de Trump que buscaba negar la ciudadanía automática a los bebés nacidos de madres inmigrantes con estatus temporal o que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos.
En su fallo, el magistrado calificó esta medida como un ataque directo contra los principios establecidos en la Constitución desde 1868, cuando la 14ª Enmienda garantizó la ciudadanía a toda persona nacida en suelo estadounidense.
La orden de Trump afectaría a bebés nacidos de estudiantes internacionales, trabajadores temporales o incluso turistas, siempre que ninguno de sus padres sea ciudadano o residente permanente.
Para justificar el cambio, el gobierno planeaba exigir la verificación del estatus migratorio de los padres antes de reconocer la ciudadanía de un recién nacido, algo que, según expertos legales, sería extremadamente difícil de implementar.
“Está claro que pretenden redoblar su agenda nativista antiinmigrante”, expresó Anthony Romero, director ejecutivo de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), en respuesta a la medida.
La resolución, que suspende temporalmente la medida en todo el país, abre la puerta a una prolongada batalla legal que podría llegar a la Corte Suprema. “Obviamente, lo apelaremos”, declaró el presidente en el Salón Oval de la Casa Blanca.
John C. Coughenour nació en Pittsburg, Kansas, en 1941. Obtuvo su título en Derecho en la Universidad de Iowa en 1966 y, tras un breve paso por la facultad de derecho de la Universidad de Washington, se unió a la firma Bogle & Gates en Seattle. Fue nominado como juez federal en 1981 por el presidente Ronald Reagan, lo que marcó el inicio de una carrera repleta de casos destacados.
Durante su gestión como juez principal del distrito de Western Washington, entre 1998 y 2004, el juez se involucró en juicios de alto perfil. Según la web del propio órgano judicial, entre ellos se encuentran el caso de los Montana Freemen, un grupo antigubernamental enfrentado al FBI durante tres meses en 1996, y el de Michael Forwell, un británico condenado a 15 años por intentar contrabandear 72 toneladas de marihuana a EE.UU.
Sin embargo, su caso más conocido ocurrió en 2001, cuando presidió el juicio de Ahmed Ressam, apodado el “Terrorista del Milenio”, quien fue condenado por intentar detonar explosivos en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles el 1° de enero de 2000.
Coughenour también lideró grupos de trabajo del Noveno Circuito enfocados en instrucciones para el jurado y en combatir el prejuicio de género en el sistema judicial. Presidió, además, la Asociación de Jueces de Distrito del Noveno Circuito, donde consolidó su reputación como una figura influyente en el ámbito legal.
Durante más de cuatro décadas, el funcionario fue profesor de técnicas de defensa en juicios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Washington, según Bloomberg. Sus antiguos asistentes jurídicos crearon una dotación en su honor para apoyar el programa de derecho procesal de la universidad.
Además, trabajó en proyectos internacionales de reforma judicial, donde colaboró con jueces y abogados de diferentes países y recibió delegaciones en Seattle para promover la mejora de los sistemas legales.