Las dudas siempre latieron en torno a Gran Hermano, porque miles de personas siempre repararon en situaciones espurias que acontecen en el interior de esa casa. La mayor incógnita se centra en la veracidad absoluta de la regla primordial del reality: el aislamiento.
El ciclo de Telefe se ha promocionado como una especie de experimento social para dilucidar el comportamiento de los seres humanos en una convivencia forzada con otros desconocidos y sobre todo para en esta era de ultra conectividad descubrir las reacciones ante la imposibilidad de saber del mundo exterior.
En decenas de ocasiones se filtraron situaciones resonantes, como que los participantes recibían datos del afuera a través del confesionario o en sus charlas con los psicólogos. Incluso, muchos aventuraron que algunos concursantes tenían indicaciones de la producción para agudizar su juego.
Ese velo de misterio se acaba de romper con la prueba más escandalosa de la historia de Gran Hermano. Un par de segundos, que se escaparon en la transmisión en vivo, que podrían cambiar para siempre el rumbo del programa y activar una desacreditación enorme, por ende, perder rating y credibilidad.
LOS PRODUCTORES DE GRAN HERMANO HABLAN CON LOS PARTICIPANTES EN LA CASA
¿Qué pasó? En Twitter apareció un video que puede tumbar para siempre el castillo de naipes y que indudablemente se convertirá en un objeto de debates, de acalorados intercambios de opiniones y de justificativos de Telefe. Por el momento, el canal no se ha expresado públicamente.
Durante la transmisión en vivo se vio con enorme claridad a varios productores caminando con total liviandad por la casa. ¿Entonces? Lo más grave de todo el asunto se articula con que esos trabajadores se cruzaron con Juan Pablo en la puerta de una de las habitaciones y charlaron con total disimulo.
Eso comprueba que los participantes de Gran Hermano disponen de la posibilidad de hablar con externos, que también podrían recibir información de la vida real y un interminable abanico de escenarios.