Para el promedio del mercado, la inflación se aceleró al 2,6% en marzo y dejó una inercia que, sumada a la presión generada por el clima de incertidumbre cambiaria local y los costos que agregaría la guerra mundial de aranceles, postergaría hasta mayo o junio la posibilidad de ver ese índice por debajo del 2% mensual. Es decir, más tarde de lo que hasta aquí se esperaba que ocurriera a partir de este mes.
La novedad llegó con la publicación del nuevo Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la encuesta más importante de la plaza local, que elabora el Banco Central (BCRA). Esta edición se desarrolló entre los días 27 y 31 de marzo de 2025, y contempló las proyecciones de 39 participantes, entre ellos, 27 consultoras y centros de investigación locales e internacionales, y 12 entidades financieras radicadas en la Argentina.
La nueva hoja de ruta confirma que, para los analistas, la economía transita al menos un trimestre de rebrote inflacionario iniciado en febrero. Este fenómeno relativiza la efectividad de la reducción de la tasa de devaluación del 2% al 1% mensual, aplicada por el Gobierno desde ese mes con el objetivo de acelerar la desinflación.
Por ahora, el mercado percibe como coyuntural este segundo episodio de interrupción del proceso desinflacionario iniciado tras la fuerte devaluación al comienzo de la actual administración. El primer episodio de estas características se dio entre mayo y agosto del año pasado. Sin embargo, ya obligó a recalcular al alza las estimaciones de inflación para 2025: el REM muestra que los analistas agregaron entre 5,3 y 6,4 puntos porcentuales a la proyección que tenían hace dos meses (cuando estimaban entre 20% y 22,2%). Ahora proyectan una inflación anual de entre 26,4% y 27,5%, según se consideren los pronósticos del Top-10 (los diez analistas más precisos según el informe) o el promedio general.
El informe oficial detalló que el tercer relevamiento del año detectó expectativas de una inflación mensual general de entre 2,5% y 2,6% para marzo (lo que implica un alza de 0,4 puntos porcentuales respecto del REM previo). Además, los participantes ubicaron en ese mismo nivel sus previsiones para la inflación núcleo.
El informe señaló que, para los meses siguientes, “se esperan senderos descendentes de inflación mensual tanto para el IPC general como para el componente núcleo”. Sin embargo, todos los analistas recalcularon al alza sus proyecciones para el resto del año. Así, el escenario de desinflación, que preveía una baja del 2,2% al 1,5% entre marzo y agosto, fue reemplazado por otro que parte del 2,6% y encuentra su piso en el 1,6% recién en agosto o septiembre.
Parte de esa aceleración inflacionaria proyectada se explica por el reajuste de la tasa de devaluación esperada: del 15,1% al 22,8% anual. Aunque la mediana de las proyecciones de tipo de cambio nominal se ubicó en $1080 por dólar para abril, lo que implicaría una suba mensual del 1% (en línea con el crawling-peg vigente), para diciembre de 2025 se espera un dólar oficial en $1253 (frente a los $1175 previstos en la encuesta anterior).
Hasta el momento, este rebrote inflacionario no tendría impacto en la actividad económica, según los encuestados. En el relevamiento de marzo, los analistas del REM estimaron que el PBI ajustado por estacionalidad creció 1,5% trimestral entre enero y marzo, respecto al cuarto trimestre de 2024 (+0,4 puntos porcentuales respecto del REM anterior). Para los próximos dos trimestres de 2025, proyectan crecimientos del 0,6% y 0,8%, respectivamente.
De este modo, estiman una expansión del PBI de entre 5% y 5,5% para todo 2025 (+0,2 a +0,7 puntos porcentuales respecto del REM previo, según se tome el promedio general o el Top-10).
En otro orden, se proyecta que la tasa de desocupación abierta en el primer trimestre del año fue de entre 7% y 7,1% de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, -0,3 puntos respecto a la estimación anterior. En línea con el crecimiento proyectado, se espera que la tasa caiga hasta el 6,5% en el último trimestre de 2025 (-0,3 p.p. respecto del REM previo).
En cuanto al comercio exterior de bienes, el REM estimó para 2025 exportaciones (FOB) por US$83.269 millones (US$608 millones menos que en la encuesta anterior) e importaciones (CIF) por US$72.934 millones (US$1202 millones más). Así, el superávit comercial anual esperado se reduce de US$12.000 millones (hace dos meses) a US$10.335 millones. Finalmente, la proyección del superávit fiscal primario del Sector Público Nacional No Financiero se ubicó entre $12 y $13 billones para todo 2025, es decir, $0,5 billones menos que en el REM anterior.
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