Entre los varios barrios abandonados por el municipio capitalino se encuentra San Pedrito. Según manifiestan sus propios residentes, el lugar se ve atravesado por delincuencia, robos y consumo de drogas por doquier.
Dentro del sector, el flagelo de la inseguridad atraviesa severamente a las 249 Viviendas donde los vecinos han expresado que la policía “no puede hacer nada” porque los malvivientes “entran y salen” de las cárceles.
Un nuevo recorrido por la zona da cuenta que la situación no ha variado en nada, por el contrario, los problemas se agravan y persisten los asaltos, atracos y hasta situaciones de abuso contra adolescentes.
Una vecina del lugar, preocupada con la realidad que atraviesan, expuso que la comisaría de la cual dependen muchas veces no cuenta con móvil y que cuando acuden ante llamados de emergencia, ya han pasado horas.
Embed – Inseguridad en San Pedrito: «Es un barrio totalmente desprotegido»
Relato de una vecina, ante la inseguridad en las 249 Viviendas de San Pedrito:
“Este es un barrio totalmente desprotegido de la seguridad y es un lugar de tránsito para los que compran drogas y se dan situaciones muy feas como asaltos, peleas también el otro día hubo el problema con un adolescente que fue manoseada por una persona también en esta situación y son cosas que escapan a las posibilidades de los vecinos porque no hay en dónde, digamos, resguardarse”.
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“Acá nosotros dependemos de la Subcomisaría de San Francisco de Álava, pero es una cosa chiquitita que a veces ni vehículos tienen, ellos nos dicen que llamemos al 911, hasta que llamamos al 911, ya todo acontecimiento dejó de suceder y pasan más de 40 minutos para que vengan. Yo creo que eso también tiene que replantearse, una seguridad seria para este sector, porque no somos solo nosotros, estamos cerca del asentamiento, estamos cerca de las 530 Viviendas, que son zonas bastante pobladas”.
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“Por acá pasa que por acá pasa la gente adicta y a veces pernoctan en la canchita, hay un techito, pernoctan en la canchita y bueno, es gente adicta. En realidad uno reconoce que son enfermos, pero tampoco sabe cómo van a reaccionar cuando uno llega a su casa tarde. Sí, particularmente robos, sufrimos, robos de celulares, por ahí los chicos pasan con el celular en la mano y varias veces he visto yo que se lo sacan de la mano en la calle Cochabamba”.
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