En ciudades como San Francisco y Shanghái, los vehículos autónomos ya circulan. Sus empresas aseguran poder reducir accidentes y cambiar la movilidad urbana para siempre.
-
La IA y el amor: más del 25% de los solteros la usa para mejorar su vida amorosa
-
Del laboratorio al algoritmo: inteligencia artificial para ensayos agrícolas atrae capital internacional
En Europa, los taxis sin conductor llegarán a fines de este año de la mano de Mobileye, un compañía de Intel.
El desarrollo tecnológico avanza a un ritmo vertiginoso, y la Inteligencia Artificial (IA) se posiciona como una de las herramientas más disruptivas de nuestra era. Desde asistentes virtuales que responden preguntas, como ChatGPT y Gemini, hasta sistemas capaces de crear imágenes o diagnósticos médicos, este instrumento digital ya forma parte de la vida cotidiana.
Sin embargo, uno de los avances más impactantes, que no queda exento de polémica, es su incorporación en la industria automotriz: los vehículos autónomos. Una tecnología que promete revolucionar la manera en la que nos movemos.
Empresas de todo el mundo están invirtiendo millones para diseñar autos que no necesiten de una persona al volante, confiando en sensores, algoritmos y redes neuronales para desplazarse de forma segura. En este escenario, los taxis y servicios de plataformas sin conductor, como Uber, se presentan como una posible alternativa al transporte tradicional, generando tanto entusiasmo como dudas: ¿cómo funcionan?
auto sin conductor 6.jpg
Conducción autónoma: seguridad, futuro y tecnología
Los autos autónomos, también conocidos como vehículos de conducción automática, funcionan gracias a un conjunto de tecnologías que combinan sensores, cámaras, radares y sistemas de IA capaces de interpretar el entorno en tiempo real. Estos elementos le permiten tomar decisiones como frenar, acelerar, girar o esquivar obstáculos, sin necesidad de intervención humana.
Entre las ventajas más destacadas, se encuentra la reducción de accidentes causados por error humano, que representan más del 90% de los siniestros viales, según datos internacionales. Además, podrían mejorar la movilidad urbana, optimizando los tiempos de traslado y reduciendo la congestión y el tráfico; y representan una oportunidad para personas con movilidad reducida, que podrían acceder a un transporte más inclusivo.
auto sin conductor 4.jpg
Sin embargo, el avance de esta tecnología no está apartado de controversias. Una de las principales desventajas radica en la desconfianza del público frente a un vehículo que se maneja solo, sumado a los riesgos de seguridad cibernética, ya que los autos autónomos funcionan conectados a redes digitales y podrían ser vulnerables a ataques y hackeos informáticos.
A su vez, su implementación podría generar un impacto negativo en el empleo dentro del sector del transporte, especialmente entre choferes y conductores profesionales.
En cuanto a su llegada al mundo, los autos autónomos ya no son solo un experimento de laboratorio. Empresas como Waymo (de Google), Tesla, Cruise o Baidu llevan años realizando pruebas en ciudades como San Francisco, Phoenix o Shanghái.
auto sin conductor 3.jpg
En Europa, el avance también se empieza a ver en ciudades como Fráncfort, Alemania donde la empresa Mobileye (de Intel) comenzará a operar con taxis sin conductor a fines de este 2025. Estos vehículos estarán monitoreados desde un centro de control remoto, lo que permitirá actuar rápidamente ante cualquier eventualidad.
La expectativa a futuro es que se integren progresivamente en el sistema de transporte urbano, conviviendo con vehículos tradicionales y con presencia humana en situaciones clave. Aunque todavía hay aspectos legales y técnicos que resolver, la tendencia es clara, la IA está tomando el volante, y el mundo ya se prepara para una nueva forma de moverse.