Ni siquiera ser bailarina, noventa-sesenta-noventa y según todos los hombres que la conocieron «una gran amante» le alcanzó a Melody Luz para evitar que la engañaran. Aquello que «de la muerte y de los cuernos no se salva nadie» ha encontrado un nuevo y contundente ejemplo. Aun bella, seductora, liberal y desprejuiciada, la muchacha de San Martín comprobó con sus propios ojos la traición de Alexander Caniggia.
Cansada de las andanzas amorosas de su muchacho y después de encontrarle repetidos mensajes y fotos «de otras» en su celular, Melody abandonó al hijo de Mariana Nannis y el Pájaro Claudio Paul y un poco le pagó con la misma moneda: encontró rápido y volcánico consuelo en los brazos del cocinero Santiago del Azar, con quien ya había jugado «a histeriquearse un poco» en el Hotel de los famosos y antes de enamorarse perddidamente de Alexander.
Pero a los tres meses se reencontró con él por temas vinculados a Venezia, su hija, y eso derivó en un escándalo con tremendas consecuencias: el cocinero los vio reocostados en una cama, enloqueció, los fue a buscar, les tocó el timbre insistentemente, les gritó, fue retirado por la seguridad del edificio, volvió a su casa y allí se enteró que Melody decidió quedarse con Alexander y darle una nueva oportunidad amorosa. Parece un chiste por su trabajo, pero en un abrir y cerrar los ojos se quedó sin el pan y sin la torta…
Otra vez «pareja» de Alexander Caniggia, entonces, Melody arrancó un derrotero infernal por diferentes programas de televisión y de streaming, apariciones públicas -y muy polémicas- que por ejemplo le valieron un par de fuertes peleas con Mariana Nannis y con Charlotee Caniggia, la mare y la hermana, respectivamente, del «Emperador», quien hizo causa común con ella y rompió relaciones con sus familiares.
TERRIBLE AMENAZA DE MELODY LUZ A ALEXANDER CANIGGIA POR SUS REPETIDAS CONDUCTAS INFIELES
Una de esas salidas al aire fue en LAM, en donde además de «destrozar» a Santiago del Azar (dijo que es posesivo y que se había vuelto muy tóxico, y recordó que le venía avisando que esas actitudes la estaban alejando) le puso los puntos a Alex y le soltó una tremenda amenaza para el caso de que vuelva a «caer en la tentación» con alguna de las muchacha que le revolotean a su alrededor.
Sucedió cuando Fefe Bongiorno, una de las suricatas, le preguntó si no tenía miedo de que Alexander, pasado este momento almibarado de la reconciliación, le fuera infiel de nuevo. «Bueno, espero que no. Pero si es así… ya le voy avisando que en vez de irme con un cocinero me voy a ir con un restaurante entero. ¡Escuchame, que lo sepa!». Frente a semejante ocurrencia, todo el estudio (en su mayoría, mujeres) estalló en un sonoro aplauso. «Parrillada de chongos» bromeó Angel de Brito, algo con lo que Melody estuvo muy de acuerdo.