Las luchas de los trabajadores en Argentina continúan marcando la agenda social. Desde los reclamos salariales de docentes y estatales hasta las movilizaciones de los empleados del Hospital Garrahan que enfrenta el cínico embate del ministro empresario Lugones, pasando por los despidos en empresas como Georgalos y Molinos Río de la Plata, queda en evidencia el descontento generalizado frente a políticas que priorizan los intereses empresariales sobre los derechos de la clase trabajadora. A esta situación se suma la crítica hacia el gobierno provincial, de Axel Kicillof que ha demostrado incapacidad para ofrecer soluciones efectivas, mientras mantiene su alineación con los intereses del gran capital, le dice a los trabajadores que la provincia va ser un escudo contra el ajuste, pero los despidos en Georgalos se mantienen con el aval y la represión del gobernador.
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Desde el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), particularmente el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), se ha señalado con claridad que estas luchas no deben ser absorbidas por agendas electorales que busquen diluir su capacidad transformadora. Por el contrario, se propone que estas resistencias se articulen en una movilización unificada que impulse un programa independiente y verdaderamente en favor de las mayorías trabajadoras.
Nicolás subrayó la importancia de construir un espacio político de la clase trabajadora que no solo confronte las políticas de ajuste impuestas por el gobierno y los empresarios, sino que también proponga una salida radicalmente anticapitalista y socialista a la crisis económica y social que atraviesa el país. Esta visión se plasma en las propuestas del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) durante su campaña, destacando la necesidad de que sean los grandes especuladores y no los sectores populares quienes carguen con el peso de la crisis.
En este marco, el FIT llevará a cabo un encuentro en el conurbano sur, con el objetivo de fortalecer una estrategia que combine la movilización en las calles con la construcción de una alternativa política genuina de la clase trabajadora. Esta estrategia, que incluye la convocatoria a una huelga general activa y la unidad en la acción, busca no solo frenar las políticas de ajuste y represión, sino también avanzar hacia una transformación profunda y revolucionaria de la sociedad. Mientras la reforma electoral del gobierno nacional busca eliminar los espacios del FIT, la militancia y simpatizantes del espacio financiado por miles de trabajadores se prepara para dar una importante pelea para ganar espacios para seguir dándole voz a las luchas de la clase trabajadora.