En el complejo tablero político argentino, la administración de Javier Milei atraviesa una etapa de redefinición interna que ha sido bautizada como la nueva “geometría del poder”. Este concepto, que reemplaza al ya conocido “triángulo de hierro” conformado por el Presidente, su hermana Karina Milei y el asesor Santiago Caputo, busca reflejar una dinámica más fluida y estratégica en la toma de decisiones, especialmente tras el cierre de listas electorales en la provincia de Buenos Aires y las tensiones que emergieron entre los distintos sectores del oficialismo.
Durante los primeros meses de gobierno, Javier Milei delegó funciones clave en Karina Milei, encargada del armado partidario y, en Santiago Caputo, responsable de la estrategia comunicacional y política.
Esta tríada fue conocida como el “triángulo de hierro”, símbolo de confianza y cohesión en la cúpula libertaria. Sin embargo, las recientes disputas internas, especialmente con los hermanos Menem y el armador Sebastián Pareja, han puesto en evidencia que esta estructura ya no refleja la realidad operativa del gobierno.
En este contexto, Guillermo Francos, jefe de Gabinete, ha emergido como una figura de equilibrio. Su rol como articulador político, tanto hacia adentro como hacia afuera del Ejecutivo, lo posiciona como un posible cuarto vértice en esta nueva geometría del poder.
Algunos analistas ya hablan de un “tetraedro” político, con Milei en la cúspide y Karina, Caputo y Francos como los tres pilares de gestión. Francos ha sido reconocido por su capacidad de diálogo con gobernadores, legisladores y sectores opositores.
En medio de las tensiones por la ley de jubilaciones y la emergencia en discapacidad, su figura se consolidó como la más apta para sostener la gobernabilidad y evitar fracturas internas. A diferencia de otros funcionarios, Francos no milita en ninguna facción del oficialismo, lo que le permite actuar como un mediador confiable.
¿Y Caputo?
Además, su presencia en medios de comunicación, incluso en aquellos que Javier Milei evita, y su disposición para negociar con actores diversos lo convierten en un activo estratégico. El Presidente lo ha calificado como “el mejor jefe de Gabinete de la historia”, lo que refuerza su legitimidad dentro del esquema libertario.
Santiago Caputo, considerado el arquitecto de la campaña presidencial de Milei, enfrenta un momento de incertidumbre. Aunque conserva su rol como asesor estratégico, su influencia en el armado electoral ha sido desplazada por Karina Milei y los Menem. La exclusión de su equipo, conocido como “Las Fuerzas del Cielo”, del reparto de candidaturas en Buenos Aires fue interpretada como una derrota política y simbólica.
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