En diálogo con Canal E, el economista Alejandro Barros explicó los principales desafíos que enfrenta el Gobierno argentino en relación con el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el impacto del desembolso reciente de USD 2.000 millones, la sostenibilidad del equilibrio fiscal y la necesidad de una nueva etapa de crecimiento con generación de empleo e industria.
Expansión económica y baja de impuestos: los pilares del superávit esperado
Según Barros, el cumplimiento de la meta de superávit primario del 2,2% del PBI para 2025 dependerá de que la economía comience a expandirse en los próximos meses. “Se está pronosticando entre un 4,5% o 5% de crecimiento, depende de quién lo mida”, explicó. En ese contexto, sostuvo que si se mantiene la presión tributaria actual, el incremento del PBI permitiría alcanzar los objetivos fiscales.
Advirtió que el Gobierno debe acompañar esa expansión con una baja sostenida de impuestos y, al mismo tiempo, corregir desajustes recientes: “Hubo tropezones muy fuertes con el tema de la tasa de interés y con el manejo de la multiplicación del dinero”. También cuestionó la inconsistencia en la política cambiaria: “Es un gobierno que sigue promocionando el dólar, pero mantiene la normativa del Banco Central apuntada al peso. Tiene que decidirse: o en pesos o a la multimoneda”.
El desembolso del FMI: una “caricia” que no resuelve el fondo del problema
Consultado sobre el impacto del desembolso de USD 2.000 millones por parte del FMI, Barros lo minimizó: “Para un país como el nuestro, es una caricia”. Aunque reconoció que el aumento de reservas otorga cierto “poder de fuego” frente a eventuales corridas cambiarias, alertó que la verdadera preocupación es otra: “El argentino drena mensualmente unos 300 millones de dólares fuera del sistema. Si no se logra controlar esa salida, el aumento de reservas no se traduce en crecimiento del PBI ni en generación de empleo”.
Reducción de metas de reservas: una señal que preocupa al mercado
Sobre la decisión del FMI de reducir la meta de reservas en USD 5.000 millones, Barros fue categórico: “El mercado hizo un aviso: ¡ojo que no estás llegando! Estás cayendo en lo mismo que otros gobiernos anteriores”. Y advirtió que, si bien la etapa de “ajustes gruesos” ya se transitó, ahora “tiene que venir el ajuste fino, que es en función de crear valor, aumentar el producto bruto y generar empleo”.
También vinculó el resultado de las elecciones legislativas con la viabilidad del presupuesto 2025: “Va a salir con una cantidad grande de ajustes si es que el Gobierno tiene buena elección en octubre”.
“Ya cumplimos con la baja de inflación; ahora viene la parte difícil”
Sobre la situación actual del rumbo económico, Barros evitó dar una calificación binaria, pero afirmó: “Ha cumplido con el primer objetivo que era bajar los índices de inflación”. Indicó que la estabilidad de precios en supermercados ya es visible, y que incluso “la mayoría de los productos no tendrían que tener un ajuste grande”.
Pero aclaró que el mayor desafío recién empieza: “Ahora viene la parte difícil: ¿cómo crear trabajo? ¿cómo expandir sectores como el campo, petróleo, minería y nichos tecnológicos?”. Para eso, señaló que será clave reducir el “costo extra del Estado” que encarece la mano de obra, sin necesidad de reducir salarios reales.
Finalmente, advirtió: “Si no logra consolidar el trabajo en los próximos dos años, no va a haber cumplido los objetivos de gobierno”.