jueves, 7 agosto, 2025

El arancel al cobre que anunció Trump se aplicaría sobre USS$ 15.000 millones en productos

La primera ola de aranceles sobre el cobre del presidente de EE.UU., Donald Trump, afectará a importaciones valoradas en más de US$15.000 millones el año pasado, un potencial factor inflacionario para los fabricantes estadounidenses.

El anuncio de aranceles del 50% sobre las importaciones agitó la semana pasada el mercado mundial del cobre. Los futuros en EE.UU. registraron una caída récord luego de que Trump concediera una exención sorpresa a formas clave del metal utilizado en cableado. Sin embargo, sigue dejando un volumen comercial significativo sujeto a los gravámenes.

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El impacto del arancel de Trump sobre el cobre

El lunes, el Registro Federal de EE.UU. publicó una lista con los productos que se verán afectados. Incluye productos semielaborados, como cables, tubos y varillas, por valor de US$7.700 millones el año pasado, además de cables utilizados normalmente para conexiones telefónicas o de internet con un valor casi idéntico, según los cálculos de Bloomberg News.

Y eso no es todo. La Casa Blanca exigió elaborar un plan en 90 días para imponer aranceles a otros productos manufacturados con alto contenido de cobre. Trump amplió el alcance de los aranceles sobre el aluminio y el acero a principios de este año al añadir productos derivados.

El mercado del cobre en EE.UU. intenta asimilar rápidamente las implicaciones de los aranceles anunciados por Trump, que según el presidente buscan fomentar la producción nacional de productos semielaborados y con contenido de cobre. El mandatario decidió no imponer aranceles al metal refinado, una omisión que sorprendió a los inversionistas. Esta decisión refleja tanto la fuerte dependencia del país respecto de las importaciones como la presión de los principales compradores, que temían un alza significativa en los costos.

Aun así, EE.UU. importó al menos 600.000 toneladas de cobre semiacabado el año pasado, según la Comisión de Comercio Internacional de EE.UU., además de unas 900.000 toneladas de cobre refinado que se han librado de los gravámenes. Este último tenía un valor aproximado de US$8.400 millones.

Los aranceles se aplicarán en función del valor del contenido de cobre. Esto significa que los “semiacabados”, que son cobre casi puro, estarán sujetos a un arancel efectivo mucho más alto que, por ejemplo, los cables de internet, en los que el cableado de cobre es solo una parte del producto.

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