Pero al parecer no son los únicos alcanzados por esta medida ya que ahora se conoció un nuevo caso, esta vez en el ámbito de la salud.
Tatiana Copa se desempeñaba como enfermera en el puesto de salud de la localidad de Pampa Blanca. Contó que el pasado 4 de septiembre le llegó una notificación del cese de su contrato sin haber tenido suspensiones, sanciones ni otro tipo de denuncias en su contra.
Tenía el denominado “contrato covid” hasta el 31 de diciembre pero fue interrumpido, aparentemente porque después le correspondería el pase a planta permanente.
Pidió que las autoridades del Ministerio revean su situación porque necesita el trabajo para mantener a su familia. Dijo además que no valoraron su prestación durante la pandemia ni el brote de dengue.
Su relato:
“Fui contratada a COVID el 1 de junio del 2020, el 4 de septiembre llegó una carta de despido en donde me decía que yo no trabajaba más, en mi carta de despido decía que el 31 de diciembre tenía como vencimiento mi contrato. Hicieron incumplimiento de mi contrato, fui a averiguar en el Ministerio, no tengo causas algunas de mi despido, no tengo reclamo de mis jefes, no tengo falta injustificada, no tengo denuncia por mala paráxis, hice mi trabajo responsablemente, eficientemente y hasta que me llegó el 4 de septiembre mi despido, solo apelar al señor ministro si puede rever mi caso para que me devuelva mi trabajo porque detrás de una enfermera hay una persona que tiene muchas responsabilidades cuentas que pagar, hijos que mandar al colegio, y bueno, eso apelar para que el ministro me escuche y pueda rever mi situación y que mi contrato me devuelva, porque yo no hice nada malo”.
“El ministro tranquilamente puede venir a preguntar a mi jefa o mi antigua jefa que la despidieron o algunos jefes del hospital Arturo Zabala yo actualmente trabajaba en el puesto de salud Pampa Blanca y antiguamente trabajaba en el hospital Arturo Zabala, pueden tranquilamente venir a preguntar como trabajaba yo quien soy yo y apelar de nuevo que el señor ministro vea mi situación. Fuimos despedidas dos enfermeras, yo y mi compañera. Estuvimos al cañón en toda la pandemia, en el hospital con los pacientes, muchos casos de COVID, las ocho horas que ingresás era entrar un arduo trabajo porque los pacientes necesitaban sí o sí la atención de nosotros las enfermeras. Después estuvimos haciendo internación domiciliaria donde e íbamos a ver los pacientes que estaban en aislamiento en su domicilio. Hacíamos derivaciones, hacíamos telemedicina, llevamos la medicación correspondiente a los pacientes, digamos, que estaban internados en su domicilio. Y no solo eso, también hubo dos años consecutivos de casos de dengue que estuvimos trabajando arduamente, en donde filas y filas en nuestro puesto, era como una guardia que estuvimos nosotros, las enfermeras, yo, mi compañera, y todo el grupo estuvimos trabajando arduamente con los casos de dengue también”.
Pareciera que fuéramos como jeringas descartables, no vieron nuestro trabajo, no supieron valorar el trabajo que hicimos. Pareciera que fuéramos como jeringas descartables, no vieron nuestro trabajo, no supieron valorar el trabajo que hicimos.