En un contexto donde la actividad económica empezó a mostrar sus primeros signos de recuperación, mas allá de la retracción puntual de septiembre, la industria textil sigue sin dar síntomas de reactivación . El sector prevé cerrar este año con una caída del 20% en sus ventas y advierte que la reducción de aranceles a las importaciones que está planteando el Gobierno van a perjudicar el crecimiento previsto para el próximo año.
El planteo se escuchó en el evento anual (ProTextil 2024) que se realizó esta semana en Pilar, bajo la organización de la Fundación Pro Tejer, que agrupa a los empresarios locales vinculados a la actividad.
“Tenemos una cancha desnivelada donde se favorece la importación sin ningún tipo de legislación en materia de valores criterio y entonces podemos correr el riesgo de que la pequeña recuperación que podamos ir teniendo se vaya a importaciones”, apuntó Luciano Galfione, presidente de esa institución, reavivando una vieja dicotomía sobre los efectos del «proteccionismo» económico que primó durante muchos años sobre el sector.
Según el empresario, las medidas que está tomando el Gobierno sobre la apertura de las importaciones deben “tomarse con cierto recaudo, inteligencia y con una temporalidad estratégica” teniendo en cuenta que la producción local arrastra problemas estructurales de competitividad “que se agravan en el actual contexto de tipo de cambio apreciado y una inflación en dólares muy fuerte”, señaló.
Según los registros del sector, este año el uso de capacidad instalada de las fábricas estuvo en el 44% promedio de enero a septiembre. Seis de cada 10 máquinas estuvieron paradas en 2024, esgrimen los fabricantes textiles.
El escenario que describen los empresarios locales de la industria coexiste con otra realidad que plantean las estadísticas: desde mediados de 2020 y hasta fines de 2022, la indumentaria —junto con el calzado— fue el capítulo del índice de precios al consumidor que más aumentó.
La explicación del fenómeno es compleja, según la Fundación Fundar. “Durante las últimas dos décadas, la elevada protección comercial externa fue un factor central para justificar la evolución diferencial de los precios de la ropa en Argentina con el resto del mundo. Pero no es el único. El deterioro de las condiciones macroeconómicas contribuyó a encarecer el precio relativo de todos los bienes, incluyendo la indumentaria. También afectó el costo del financiamiento, que a su vez limitó la inversión y el aumento de la productividad”, explicó en un informe.
De acuerdo a la consultora Eco Go el precio de los productos textiles entre diciembre de 2018 y noviembre 2023 subieron 20 veces cuando el promedio general de suba en ese período de todos los precios y servicios fue 15 veces.
Sobre el argumento de que la ropa es cara en la Argentina debido al “proteccionismo” que recibe el sector, los fabricantes locales se defienden: “se sigue equivocando el diagnóstico y en consecuencia erramos las soluciones poniendo todo lo construido en tela de juicio una y otra vez», retrucó Garfione.
Respecto de un informe de la UADE que analizó los precios de la ropa y llegó a la conclusión de una remera importada (de primera marca) cuesta en la Argentina siete veces que en Brasil, por ejemplo, el presidente de ProTejer explicó: “tengamos en cuenta que los aranceles de importación del país vecino son los mismos que el nuestro. Entonces, ¿el problema de la Argentina es producir? Y la respuesta es no. El problema en la Argentina es comerciar. Todo aquello que la Argentina produce en forma eficiente puertas adentro de una fábrica, llega al consumidor a precios no competitivos, y esto atraviesa a todo el núcleo productivo”.
Según el empresario “más del 80% de lo que pagamos por una prenda en un shopping nada tiene que ver con la producción industrial. Y ese 80% lo explican los impuestos, las tasas de interés, las comisiones de los bancos, los alquileres, las billeteras virtuales. Ésta es la causa por la cual abrir importaciones no soluciona ni va a solucionar nunca el problema de los precios, es más, va a agravar problemas sociales existentes”, opinó.