Ernestina Pais ha estado pasando por complejas situaciones desde hace un tiempo. Hace unos meses reapareció públicamente después de su preocupante internación y contó cómo cambió su vida a partir del tratamiento que hizo.
“Estoy muy contenta. Fue un proceso real y profundo, lo hice de verdad”, explicó semanas atrás en una nota con Intrusos. Sobre su proceso para dejar el cigarrillo y las bebidas, Ernestina se sinceró: “Soy un monje tibetano”.
“Estás frente a una persona que no necesita bastón de nada. Se puede. No importa el momento de la vida en el que estés, podés dar el volantazo, podés buscar estar mejor. Podés estar bien con vos y después elegir”, siguió explicando.
“Mi hijo me dijo que me admira, no lo puedo creer. Fueron seis meses y medio, es un proceso, un tratamiento intensísimo, yo me entregué a eso y dije ‘de acá salgo bien’. Me parecía que era el momento indicado, fue un aprendizaje y sigo, no es que uno dice ‘ya está’”, siguió explicando Pais.
Por estas horas, la conductora estuvo presente en el programa Mascotas al rescate de América y contó algunos pormenores sobre su internación. Explicó por qué decidió hacerlo, además del proceso de sanación que vivió: “Después de 30 años de tele y radio ininterrumpido, necesitaba frenar un poco”.
“Aprendí a no quedarme en la queja ni a tratarme mal”, siguió explicando la presentadora, contando la importancia de pasar por la clínica de rehabilitación tras el desgaste emocional que atravesó. Ernestina se sometió a un tratamiento intensivo de 5 sesiones terapéuticas semanales, 4 de ellas individuales y 1 vinculada a trabajar sus relaciones.
“No hay que avergonzarse”, aclaró. Luego, haciendo foco en el valor de rodearse de vínculos sanos, agregó: “Es importante estar con personas con las que sepas que te podés apoyar”. A lo largo de las sesiones grupales, pudo explorar sus emociones y entablar conexiones más sanas con los demás.
“En elegir bien los vínculos no sabes como taché en la agenda como loca. Es importante que el que esté al lado sea sano”, confesó Ernestina. Por otro lado, destacó el rol fundamental que jugaron los animales en su sanación: “No hay mejor terapia que un perro cerca”.