Es una situación bastante crítica, sobre todo en un contexto donde las políticas públicas deberían estar enfocadas en garantizar la seguridad alimentaria, más aún cuando el recorte de fondos y la burocracia terminan afectando a quienes más lo necesitan. El cierre de comedores y merenderos en Jujuy es una de las consecuencias de una falta de un sistema de asistencia estructural y sostenida.
Silvia Valdiviezo, dirigente social de la Agrupación 22 de Agosto, alertó a Radio 2 sobre la crítica situación que atraviesan estos espacios de contención en distintos barrios de la provincia. Según expresó, muchos de estos espacios —algunos con décadas de trabajo sostenido— se han visto obligados a cerrar sus puertas ante la falta de apoyo tanto de la provincia como de Nación.
“No hay un sistema que sostenga a estos niños, niñas, adolescentes y ahora también a los ancianos. El Estado se está retirando de los barrios”, señaló Valdiviezo, quien denunció además que el Ministerio de Desarrollo Humano “no da respuestas” y continúa exigiendo cada vez más requisitos burocráticos a las organizaciones barriales.
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La referente social remarcó que esta situación se agrava por el contexto económico actual: “Los sueldos están por el piso y los precios siguen subiendo. Las familias están cada vez más golpeadas, y sin espacios comunitarios, hay más personas en situación de calle y más consumo problemático”.
Desde las organizaciones, advierten que la desatención estatal no solo pone en riesgo a quienes dependen de los comedores y merenderos, sino que también profundiza la crisis social en los sectores más vulnerables.
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