jueves, 7 agosto, 2025

Sustancia en polvo: el acta de la supuesta destrucción de la droga con la que se podían producir millones de ampollas

El mismo día que entró la denuncia penal contra HLB Pharma por las primeras muertes que aparecieron en relación con el fentanilo contaminado y dos días antes de los allanamientos, la empresa destruyó materia prima. De acuerdo a las actas que presentó la sociedad, a las que accedió LA NACION, el laboratorio pretendió explicar la desaparición de casi cinco kilos de citrato de fentanilo vía su incineración.

El momento y el modo de gestión de esos supuestos residuos eleva sospechas por la posible derivación de la droga a canales informales, antes o después del inicio de la causa penal.

El acta notarial de destrucción

La presentación ante la Justicia, sin embargo, se hizo el 11 de junio, casi un mes después de la presunta disposición de los materiales y del inicio de la causa que tramita en el juzgado de Ernesto Kreplak. El faltante había sido identificado contrastando el resultado de los allanamientos, en donde no se encontró citrato de fentanilo, y una inspección hecha por las autoridades nacionales en marzo, que indicaba que existían 5 kilos en poder del laboratorio.

Por cada kilo de polvo de fentanilo se pueden producir cerca de 2 millones de ampollas. En el país se emplean alrededor de 200.000 ampollas por mes, con lo cual la materia prima podría abastecer cuatro años y medio de demanda nacional.

El primer documento aportado es una actuación notarial, firmada por la escribana Rosa L. Gómez Csher. Allí aparecen los nombres de las empresas involucradas: Tri-eco SA fue la encargada de la disposición del material y MD Servicios SRL, del transporte. Un punto importante es que estas no eran las compañías de gestión de residuos que habitualmente utilizaban en HLB.

Dentro de la documentación aportada también hay un manifiesto de residuos N13196599, expedido por el Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires, en el que se ve la fecha de programación del procedimiento: el mismo día, 13 de mayo. El detalle de los productos incluye 4850,08 gramos del citrato y aproximadamente 50 kilos de “medicamentos y productos farmacéuticos“. En el listado aportado por la empresa se dice que el citrato había vencido en enero de 2025.

La responsable que firmó por HLB se llama Soledad Kerbel. De acuerdo con la información recabada por este medio, se trata de una persona de 32 años, que no figura como empleada de ninguno de los dos laboratorios sino de una droguería del grupo de García Furfaro, Alfarma. Los aportes sobre su empleo dejaron de hacerse en abril, un mes antes de la destrucción.

No hay constancia de la intervención de especialistas en seguridad e higiene o un director técnico en la operación.

La escribana establece que se le encomendó a Tri-eco SA la “destrucción de los desechos resultantes de la producción y preparación de productos farmacéuticos, Categoría Desecho Principal Y2, Estado físico: sólido”. El lugar de tratamiento sería una planta ubicada en Sargento Ponce y Camino de la Costa, en Dock Sud. En toda la operatoria no se menciona a nadie de HLB, sino de las empresas tratantes.

“Siendo las 11.28 horas, previo cumplir con normas de seguridad me dirigí en compañía del requirente y el concurrente al sector donde se hallaba el transporte que contenía el material a ser tratado; acto seguido se procedió a abrir en mi presencia los precintos colocados en las puertas del transporte números (…), que el requiriese solicitó haga constar en la presente”. La descarga incluyó: “2 pallets, uno de ellos que se encontraba recubierto con embalaje de plástico negro, contenta tres tambores con bolsas que a su vez contenían vidrio triturado de ampollas; el otro pallet contenía bolsas plásticas de color amarillo y bidones”.

Gómez Csher asegura haber abierto los contenedores y haber identificado “cinco bolsas de plástico transparente que contenían sustancia en polvo, cuatro de ellas selladas con los precintos 0085334, 0085330, 0085332 y 0085331 del lote FCFA1 del producto ‘Fentanyl Citrate’ y la restante sellada con el precinto 000213579 del producto ‘Fentanyl Citrate’, que no indicaba número de lote“. La escribana en ningún momento certifica que el material destruido era efectivamente ese, por que no es química ni directora técnica del laboratorio. Solo puede constatar que había “polvo” dentro de los contenedores. Si eso era citrato de fentanilo o talco, no hay respuestas.

Según su registro, a las 11.55 ingresaron al galpón donde se encontraba la fosa con un operario que, con un vehículo elevador, traslado los pallets y los arrojó al fuego “mientras otro operario removía los desechos emulsionándolos con diversas sustancias”. El proceso duró, de acuerdo con la escribana, unos 10 minutos.

La escribanía y las empresas fueron allanadas por la Justicia, que encontró los registros notariales correspondientes. Lo que no se obtuvo de forma concluyente es una prueba que descarte la sospecha de que el material destruido no era otra cosa que citrato de fentanilo. El 21 de mayo quedó legalizada la firma del acta.

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