Un hombre mató a sus dos hijos a machetazos, hirió a su pareja embarazada y a un cuñado, para luego quitarse la vida. Ocurrió el domingo, pero recién se conoció este lunes cuando los familiares llegaron hasta la casa, en el barrio San Lorenzo, de Posadas, preocupados porque no se podían comunicar con ningún integrante de la familia.
El atacante, un empleado de la construcción que trabajaba para una empresa de la capital misionera, utilizó un machete y les provocó certeras lesiones a las víctimas en la zona del cuello.
Sólo su esposa y un hermano, que tiene una discapacidad, lograron sobrevivir y fueron llevados de urgencia al Hospital Escuela “Doctor Ramón Madariaga”, donde se constató que la mujer presenta un reciente embarazo y se encuentra fuera de peligro.
La tranquilidad del barrio San Lorenzo se hizo añicos en la fría mañana de este lunes. Un llamado al 911 por parte de los familiares de las víctimas derivó en la intervención de la Policía.
Una patrulla llegó al lugar pasadas las 7.30 e ingresó a la casa, donde hallaron colgado de un tirante del techo a José Ricardo Ferreyra (48). Muy cerca se encontró a su hija de 13 años, con un profundo corte en la zona del cuello. Su hermano, un discapacitado motriz de 21 años, fue asesinado de la misma forma.
Los policías hallaron en una habitación a la esposa de Ferreyra con golpes y cortes. Un hermano de la mujer, que estaba postrado, también se hallaba con heridas cortantes y con signos vitales muy débiles, motivo por el cual fue derivado de urgencia a un centro asistencial. “Apenas movía los ojos y balbuceaba”, sostuvo una fuente consultada.
La pareja del agresor también fue llevada a un hospital, donde los médicos constataron que su vida no corría peligro y presentaba un embarazo de pocas semanas. Ahora los investigadores intentan establecer si la familia estaba al tanto de la situación.
Fuentes judiciales dijeron que, por la escena hallada en el lugar, todo hace suponer que en circunstancias todavía desconocidas, Ferreyra atacó con un machete a los integrantes de su familia y luego se quitó la vida colgándose con una soga que anudó a un tirante.
Una hermana de la mujer se mostró sorprendida por el hecho. Si bien reconoció que su cuñado era muy celoso y su hermana evaluaba la posibilidad de separarse, sostuvo que nunca se enteró de situaciones de violencia intrafamiliar.
Los investigadores buscan reconstruir las últimas horas de las víctimas a partir de testimonios de familiares y vecinos.
“Recién estamos comenzando a recolectar las pruebas y será muy importante el testimonio que pueda brindar la mujer y su hermano, una vez que los médicos nos autoricen a tomarles declaración testimonial”, señaló una fuente judicial.
Los cuerpos fueron llevados a la morgue judicial para determinar principalmente el horario estimado en el que ocurrió el ataque y si el suicidio de Ferreyra fue inmediato.
EMJ