viernes, 27 diciembre, 2024

Passerini: debimos reestructurar nuestros objetivos pero trabajamos todo el año a la par con Llaryora

Daniel Passerini tiene una agenda cargada el último día de la semana pero luce tranquilo. El jueves se sorprendió cuando Sergio Lorenzetti, el Secretario de Administración Pública, le comunicó que habían llamado desde la Secretaría de Trabajo confirmando que el Suoem había aceptado la propuesta municipal. “Fue la primera oferta que hicimos. Era la única que podíamos hacer. Por suerte las bases lo entendieron y eso hizo que la conducción del gremio aceptara”, sostiene en clara referencia a que se trató de una derrota “política” para el histórico Rubén Daniele.

En el repaso de su primer año de gestión, defiende lo realizado en el contexto de crisis económica a nivel nacional y la terrible poda de recursos por parte de Nación. “El gobierno de Milei se desentendió de cuestiones claves y tuvimos que hacernos cargo de un montón de cosas”, sostiene el intendente de la ciudad.

Mano a mano con Perfil Córdoba, asegura que “hay que desmitificar ciertas cuestiones que se interpretan desde afuera” en relación a los trascendidos que surgieron sobre un enfriamiento en la relación con Llaryora. En ese sentido, se muestra enfático: “El único responsable de este gobierno es Daniel Passerini y con quien comparto mis decisiones es con Martín Llaryora”. Y agrega: “No podríamos haber atravesado este año con la intensidad que lo hicimos si no hubiéramos trabajado codo a codo con Martín. Llaryora estuvo permanentemente al lado nuestro”.

-¿Qué balance hace de su primer año de gestión?
-Si bien imaginábamos que iba a ser un año difícil, fue mucho más comprometido de lo que pensábamos. Sin subsidios nacionales, más la caída de uno de los principales operadores del servicio de transporte público y la obligación de tener que afrontar los pagos de la cuota de capital de la deuda externa de la Municipalidad fueron los escollos que tuvimos que superar. Son imprevistos de alto impacto presupuestario que, obviamente, después de un año en el cual veníamos con un gran volumen de obra pública y con una proyección de continuidad de esas obras, tuvimos que redireccionar. Y, además, hay que tener en cuenta que el gobierno Nacional se desligó de todas las responsabilidades en materia social, educativa y de salud. En definitiva, tuvimos que reestructurar el objetivo del primer año de gobierno.

-Y en ese contexto. ¿Se cumplieron los objetivos?
-Sí, terminamos el año con un déficit previsto. Nosotros venimos con un plan de reducción de déficit municipal desde 2019, que arrancamos con 9 puntos de déficit cuando asumimos con Martín (Llaryora). El objetivo para este año era 2,5 y vamos a cerrar el año con ese déficit, con discusiones salariales en el medio. Eso nos permite llegar a este momento con una proyección para el año que viene de recuperar el presupuesto para obras, transformar el sistema de transporte y empezar con acciones concretas a mostrar que el equilibrio presupuestario que vamos a tener nos va a permitir avanzar en las obras que la ciudad necesita.

-En materia de transporte, ¿estamos mejor o peor que hace un año?
-Estamos mejor: primero, porque hubo inversiones, no solamente en lo que respecta a Tamse, donde incorporamos 70 nuevos coches, sino también porque el único prestador privado que queda, Coniferal, incorporó 100 unidades nuevas. Esto permitió mejorar la calidad del servicio y el corte de boletos: estamos llegando a fin de año a 13 millones de boletos, que obviamente está por debajo de los 14 millones, que sería el mejor promedio posible en este marco, pero cuando analizamos todo lo que pasó en el año, es un número importante. Pero lo más importante es que logramos diseñar el sistema de transporte metropolitano en función de un acuerdo de integración que hicimos con el gobernador para pasar de una historia deficitaria de subsidio a la oferta a una historia súper habitaria. Queremos reducir el déficit del transporte a menos de la mitad, y que esa reducción derive en mejorar el presupuesto de educación y salud.

-¿Y en infraestructura?
-Tenemos una expectativa de recuperar el nivel de inversión. Estamos a pocos días de iniciar un plan para pavimentar 800 cuadras en un convenio que hemos firmado con la Provincia. Por primera vez vamos a planificar de manera complementaria las dos obras. Es una inversión que va a estar arriba de los $ 40.000 millones. En salud, estamos a punto de llamar a licitación para la construcción de un pabellón en el Hospital Príncipe de Asturias, un nuevo servicio que por primera prestará la Municipalidad a pacientes internados con problemática de consumo. En el presupuesto del año que viene ya hay un 20% previsto para inversión de infraestructura y servicios por lo que a esta primera etapa de 800 cuadras, queremos en marzo estar planteando una segunda etapa con otras 800 cuadras. A la ciudad le faltan 4.000 cuadras de pavimento y nuestro objetivo es llegar a fines del 2025 con 1.600. Con esto, estamos marcando claramente que nuestra decisión de hacer obra pública no coincide para nada con los objetivos que se plantean desde el gobierno nacional.

-¿Le jugó en contra la comparación con Llaryora respecto a que este año no se haya podido avanzar con obras?
-La gestión de Martín fue mi gestión: yo fui su vice intendente y fui su candidato a intendente, pero no se puede comparar cuando se analizan algunos números. Si vos tuvieras $ 170.000 millones para hacer obra pública, claramente se notaría muchísimo en la ciudad y esa inversión se vería rápidamente. Pero si esos $ 170.000 millones los tuvimos que poner para salvar el sistema de transporte y para pagar una deuda externa que no generamos pero que es nuestro compromiso pagar, ahí ya tenemos una explicación. Pero además, tuvimos que incrementar de manera sustancial la inversión en políticas sociales y salud porque se ha incrementado de manera exponencial la demanda alimentaria y la demanda social, relacionada a desalojos, con gente que ha tenido que atravesar situaciones conflictivas y asistencia alimentaria que dejó de dar el gobierno nacional y que obviamente recayó en el nivel provincial y municipal.

Conflicto con el Suoem: “Las bases del gremio condujeron a una solución”

Daniel Passerini entiende que el acuerdo llegó tras la presión que las bases ejercieron sobre el secretario General del gremio, Rubén Daniele. “El gremio cedió de una posición inicial de 18 puntos de aumento y acordó 5 puntos a pagar en diciembre y 5 puntos a cobrar en enero, que fue nuestra propuesta inicial”, dice el intendente.

Pero añade el toque político a las negociaciones que se extendieron por tres meses: “Celebro que las bases del gremio hayan conducido a esta solución, porque claramente hubo una disputa interna de poder en la que está involucrado el secretario General. Y celebro que la conducción haya escuchado a las bases. Yo vengo todos los días a la Municipalidad, recorro todas las dependencias y no vi, en este conflicto, ninguna voluntad negativa de los trabajadores”.

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