- El robo de motocicletas entre Salta y Jujuy expuso un entramado circuito delictivo.
- Tres vehículos sustraídos en Güemes fueron recuperados en Monterrico y Perico.
- La madre de uno de los damnificados indicó fallas en la comunicación entre jurisdicciones.
- Además, denunció que hubo escasa intervención de las fuerzas policiales.
El caso sobre el robo de tres motocicletas en la localidad salteña de General Güemes, las cuales fueron halladas en territorio jujeño luego de un arduo trabajo de los damnificados en redes sociales, bajo según indicaron escasa ayuda policial, dejó al descubierto un circuito delictivo que opera entre rutas rurales, pasos alternativos y posibles desarmaderos.
Todo comenzó el sábado por la tarde, alrededor de las 17, cuando delincuentes sustrajeron una Yamaha Crypton en General Güemes. Horas más tarde, cerca de las 21, se llevaron la Honda Tornado de un joven salteño y, posteriormente, una Honda 110 que estaba en una feria barrial. En total, tres motos robadas en pocas horas, todas de marcas reconocidas.
Las denuncias fueron radicadas, pero ante el temor de que los rodados fueran rápidamente desarmados o trasladados, la familia decidió iniciar la búsqueda por sus propios medios, apoyándose en redes sociales, contactos y datos aportados por vecinos.
Karina, madre de uno de los jóvenes damnificados, relató en diálogo con Radio 2 que en cuestión de horas se armó una logística improvisada pero efectiva: cinco camionetas, unos 25 familiares y amigos, en su mayoría jóvenes de entre 18 y 19 años, recorriendo caminos rurales como Sauce–Ceibal, Cuchuy, Pampa Blanca y Monterrico, zonas señaladas históricamente por el tránsito de actividades ilícitas.
Según el testimonio, durante la madrugada los ladrones fueron vistos trasladando las tres motos juntas. En el puesto de control de Monterrico, solo había dos efectivos y, pese a las consultas, los jóvenes aseguran que no se había montado ningún operativo ni existía aviso previo, a pesar de que una de las motos -una Tornado negra con escape ruidoso- difícilmente pasara desapercibida.
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La situación derivó en la detención de uno de los sospechosos, quien circulaba en la Yamaha Crypton, mientras que las otras dos motos continuaron su trayecto hacia Perico. Horas más tarde, gracias a publicaciones virales en Facebook y mensajes de vecinos, las restantes motocicletas fueron halladas abandonadas en el barrio La Esperanza, presumiblemente porque los delincuentes advirtieron que estaban siendo seguidos.
“Sin la ayuda de la gente y de las redes sociales no las recuperábamos”, afirmó Karina, quien destacó el acompañamiento de vecinos de Salta, Jujuy y Perico, aunque también advirtió sobre intentos de estafa de personas que pedían dinero a cambio de información falsa.
En menos de 12 horas, las tres motos fueron recuperadas, un desenlace positivo que, sin embargo, dejó al descubierto falencias en la comunicación entre jurisdicciones, demoras en la reacción policial y la existencia de un corredor habitual para el robo y traslado de motocicletas, tanto desde Salta hacia Jujuy como a la inversa.
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Actualmente, hay un solo detenido, mientras los damnificados esperan que la investigación avance para identificar al resto de los involucrados y desarticular una posible banda organizada. “No quiero dejar de creer en la Policía, pero esto no puede quedar así. Con uno tienen que llegar a los demás”, sostuvo la mujer.
El caso volvió a encender el debate sobre el creciente robo de motos, una modalidad delictiva que se repite con frecuencia en la región y que, como quedó demostrado, muchas veces obliga a las víctimas a exponerse a graves riesgos ante la falta de respuestas rápidas.
