Por Federico Franco
El año pasado en el mes de septiembre, una mujer adulta mayor llegó, acompañada de su perrita, al hospital San Roque de Villazón con neumonía. Lamentablemente a los pocos días, la señora falleció y su mascota no quiso irse más de ese lugar.
Así comienza la historia de esta perra que se quedó a vivir en el nosocomio después de la muerte de su dueña esperándola días tras días.
Las enfermeras la recibieron y siempre le buscaron una familia para que la adopte, pero ella no quería irse con nadie, su único objetivo era seguir esperando a la persona que le dio sus mejores años de vida. Una pareja se la llevó a casa, pero fue inútil, siempre regresó al hospital.
Así fueron pasando los meses y varios grupos de protectoras, inclusive de Jujuy, intentaron darla en adopción y hasta la trajeron a la provincia pero nuevamente volvió a escaparse y regresó al «San Roque» que justamente lleva el nombre del santo protector de los animales.
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Nadie sabía que hacer con la mascota hasta que por fin decidió darle y darse una nueva oportunidad, un nuevo comienzo, junto a una familia que la adoptó.
Mariana, una de las enfermeras que la cuidó durante su estadía en el nosocomio, contó esta conmovedora historia y en diálogo con Todo Jujuy mencionó que «nosotras tratamos de darle lo mejor, pero siempre había alguien que la echaba, no entendía que no quería irse hasta ver a su dueña otra vez. Gracias a Dios todo salió bien y esta historia tiene un final feliz».
Por último sostuvo que «la perrita siempre iba tras cualquier silla de ruedas buscando a su dueña ya que ella había llegado así, en silla de ruedas».
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