jueves, 13 febrero, 2025

Titi Siegrist: «La alimentación es una herramienta muy poderosa»

La cualidad más importante es el deseo de aprender. Si no tenés la humildad de saber preguntar, la curiosidad, la búsqueda constante, no podés transformarte”, dice Martina “Titi” Siegrist, que algo sabe de transformaciones.

Titi estudió Comunicación en la Universidad Austral y luego Ciencias de la Información en la Complutense de Madrid. “Elegí irme sola y fue muy enriquecedor. Viajé como loca, fue fantástico y tengo muchas amistades de esos años”, cuenta.

También trabajó en la Embajada de la India en Argentina, en el Palacio Duhau, en Chandón, en el hotel Nómade de Tulum y estudió gastronomía en el IAG. La cocina es parte de su ADN. Hoy es una reconocida cocinera, creadora de Chef at Home, que hace también catering para importantes empresas y talleres de alimentación consciente.

Su curiosidad la llevó a incursionar, además, en terapias holísticas, yoga, meditación, cuencos tibetanos, astrología y tenis, entre otras disciplinas. “Los caminos llegan y hay que tener un poco de coraje, de valentía para hacer cambios”, asegura.  

Y agrega: “Yo había trabajado en la Universidad Austral cinco años y una amiga me dijo que había un aviso para trabajar en una embajada, que me postulara, que era para mí. Era un trabajo rarísimo, hubo muchos postulantes y resulté elegida. Fue una experiencia fabulosa. La mejor y la peor de toda mi vida. Estuve cinco años”.

Noticias: ¿Cómo fue exactamente esa experiencia en la Embajada de la India?

Titi Siegrist: India es un mundo aparte. En la embajada había escalafones y divisiones entre indios y argentinos, diplomáticos y administrativos, y también había división por castas. El embajador era un dalit, un intocable. Yo era argentina, joven y mujer, el último orejón del tarro. Al principio odiaba al embajador, pero a las pocas semanas adoptamos una relación de padre – hija, medio mentor. Hoy es como mi gurú.

Noticias: ¿Usted estaba en el área de Comunicación y Relaciones Públicas?

Siegrist: Sí, y terminé haciendo cosas en el área cultural, comercial y política, incluso con Uruguay y Paraguay. Tenía reuniones con Boudou y con Lugo tuve un pequeño entredicho de acoso del que salí airosa. Siendo tan chica, estaba a cargo de una delegación de cuarenta personas. 

Noticias: Y viajó mucho a India

Siegrist: Sí, viajaba tanto que empezó a contratarme una agencia de turismo para llevar grupos a India, Nepal, Dubai en mis vacaciones.

Noticias: ¿Qué aprendió en esos viajes?

Siegrist: Yo siempre fui muy estructurada y en la India lo peor que te puede pasar es ir con un plan. Me enseñó a dejarme fluir, que a mí me costaba mucho, a soltar y a disfrutar del proceso, porque nada depende de uno. 

Noticias: ¿Cómo llegó a trabajar en el Palacio Duhau?

Siegrist: El embajador se jubiló y a mí me echaron de la embajada junto a otras personas. Al toque apareció una propuesta del Duhau para hacer una suplencia y con el tiempo fui gerente de Marketing y Comunicación. Fueron años fantásticos, muy divertidos. En hotelería hay que anticiparse a los deseos del otro, a las necesidades del huésped, sorprender, ir un poco más allá, ser empático. También organizaba los festivales gastronómicos, traje chefs de todo el mundo. Yo ya había estudiado cocina en el IAG cuando trabajaba en la embajada porque me gustaba.

Noticias: Después trabajó en el mundo de los espumantes

Siegrist: Sí, trabajé en Comunicación y Prensa de Chandón. Otra industria del goce y celebración. Viajaba seguido a Mendoza, conocí las bodegas en Francia, visité Don Perignon en un Rolls Royce, armamos el Prix Cuisine Barón B. Es una empresa y un mundo que amo.

Noticias: ¿Cómo siguió su recorrido?

Siegrist: Yo ya había empezado con una transformación media profunda con terapias holísticas, yoga, meditación. Sentía un vacío. Me decía: “Yo sigo organizando fiestitas y sacando fotos. No sé si le estoy dejando alguna mejora sustancial a mi hija en esta tierra”. Tenía esa inquietud. Un día me llamaron del Nómade de Tulum porque necesitaban una directora de experiencias para velar por la curaduría del hotel y tenían proyectados varios hoteles más. Fue un salto enorme.

Noticias: Y la cocina estuvo siempre presente

Siegrist: Sí, en mi familia son cocineros y gourmets. Siempre fue un lenguaje del amor. Todos los lunes íbamos los nietos a comer a lo de mi abuelo y él se ocupaba de todo. Del lado de mamá eran un grupo de mujeres, tenían un diario en Bahía Blanca y en un momento se clausuró y se quedaron sin trabajo. Entonces, mi bisabuela y mi abuela decidieron abrir una escuela de cocina y el padre de mi bisabuela había sido el chef ejecutivo del George Sand en París. Además, nos criamos mucho en el campo, con la tierra, papá es productor de nueces pecan. 

Noticias: ¿Cómo se convirtió en cocinera profesional?

Siegrist: Empecé cocinando para amigos y conocidos. Al principio, lo hacía mientras seguía trabajando en la oficina de Nómade en Buenos Aires. 

Noticias: ¿Y cómo fue el paso de la vida corporativa a ser emprendedora?

Siegrist: Fue brusco. En un momento se puso medio feo el cuento de Tulum y entonces arreglé mi salida. Cuando Chandón se enteró me llamaron y me ofrecieron el oro y el moro. Yo no sabía qué hacer, ya estaba cocinando, tenía dos o tres eventitos por semana, pero de repente tenía que hacerme cargo de la obra social, el celular, el mantenimiento del banco, los costos del auto, cosas que en veinte años de vida corporativa no había pagado. Finalmente, me tiré a la pileta con la seguridad de tener un plan B, que era poder volver a Chandón si me iba mal.

Noticias: ¿Con qué desafíos se encontró?

Siegrist: Aprender a administrar presupuestos, buscar eficiencia en la compra de mercadería, organizar producción, encararlo como algo más profesional. Después, entender la estacionalidad del servicio. El primer enero y febrero facturé cero pesos y pensé que me fundía. 

Noticias: ¿Cómo es la experiencia de ir a cocinar a la casa de otras personas?

Siegrist: Ahora llego a casas de gente que no tengo la menor idea. Yo llevo toda la preproducción de lo que vamos a comer ese día y en la gran mayoría uso la vajilla de la casa. Pero también me ha pasado llegar y que el horno no prendía o que las sartenes estaban defectuosas. Yo no pierdo la calma, de alguna forma lo vamos a resolver. En general, voy a cocinar para ocasiones especiales. 

Noticias: También hace catering para eventos corporativos

Siegrist: Sí, trabajo para Google, Mercado Libre, Amex, Hermes y otras para eventos en sus oficinas o en casa de algún director. 

Noticias: ¿Cómo vive todo esto?

Siegrist: Es un placer. Qué lindo dar ese goce, ese motivo de encuentro, de celebración. Además, la adrenalina de no saber a dónde llego en muchos casos. Yo soy bastante atrevida, abro todos los placarcitos de las cocinas y veo lo que tienen. Me cuentan dónde compraron tal o cual ingrediente, me muestran la vajilla guardada de la abuela, la platería. Yo les digo que saquen y doy vuelta la cocina, y está buenísimo, porque si no uno nunca usa esas cosas guardadas. 

Noticias: Su vajilla es variada. ¿No?

Siegrist: Cuando me separé me fui con lo puesto y cada vez que venían amigas a mi casa les pedía que me trajeran un plato. Además, en ese momento yo estaba estudiando kintsugi, el arte japonés para arreglar fracturas de las cerámicas y ponerlas en valor. Entonces, mi vajilla y la del catering están compuestas por platos distintos y cada plato tiene atrás el nombre de la persona que me lo regaló y una historia para contar. Me gusta que la gente se lleve historias. Contar también la historia de un producto, de un productor, del impacto social que genera tal persona con su trabajo.

Noticias: Hace unos años descubrió su intolerancia al gluten, el azúcar y los lácteos y cambió su forma de alimentarse.

Siegrist: Esto empezó con la hija de mi ex, que era autista. Empecé a investigar y a cambiarle la alimentación con mucho esfuerzo. Los resultados fueron inmediatos y me di cuenta de que esto era muy poderoso. Así, estudiando descubrí lo que yo tenía. Llevaba cinco años con medicina tradicional y no podía solucionarlo. Hice este cambio alimentario y la cura fue inmediata. Así fui llevando un buen porcentaje de esta alimentación a las casas y a los catering, y fui escribiendo un manual que hoy tiene 300 páginas de recetas. Además, doy clases a domicilio y en escuelas de cocina y hago talleres de alimentación consciente. Me gusta que la cocina sea lúdica. En las mesas pongo papel madera, tiro toda la comida y escribo y, a veces, ponemos marcadores y los mismos invitados escriben y dibujan. 

Noticias: ¿Su hija Francisca también se alimenta de esta manera?

Siegrist: Francisca tiene TDAH, déficit de atención, y estaba atendida con pediatra, neurólogo, psicofármacos. En un momento le cambiamos la alimentación y el resultado fue enorme, tanto que el año pasado fue escolta en el colegio. A ella también le encanta cocinar, probar recetas y quiere ser cocinera. Es muy loco, porque de chiquita yo le contaba recetas para dormirla.

Noticias: Vale entonces la frase “somos lo que comemos”

Siegrist: Sí, es una elección. La alimentación es una herramienta muy poderosa y podemos transformarnos a través de los alimentos.

Galería de imágenes

En esta Nota

Más Noticias

Noticias
Relacionadas